Correos dejó claro este viernes que es "completamente falso que se vaya a fragmentar", sino que atraviesa "una reorganización interna" que no afectará la unidad de la compañía.
Según expresó la entidad en una nota de prensa, el cambio responde a una especialización por líneas de negocio para optimizar la gestión dentro de su estructura.
Así, las medidas organizativas internas que se llevan a cabo buscan la mejora de la eficiencia y la calidad del servicio a la ciudadanía, sin afectar a las condiciones laborales de los empleados de la compañía.
Operador designado por el Estado para prestar el Servicio Postal Universal en cualquier punto del territorio nacional, Correos no perdió la oportunidad de reafirmar que "sigue trabajando para ofrecer nuevos productos y servicios, tanto de administraciones públicas como de empresas privadas".
Además, la empresa aseguró que garantiza su prestación en las mismas condiciones de equidad, accesibilidad, asequibilidad y no discriminación que establece la Ley 43/2010 del Servicio Postal Universal, de los Derechos de los Usuarios y del Mercado Postal.
De hecho, la compañía insistió en que su obligación como operador público "no produce ningún desmantelamiento ni debilitamiento" de sus servicios.
Un nuevo modelo de negocio
Asimismo, la compañía señaló que se encuentra inmersa en un proceso de transformación de su modelo negocio para generar ingresos que reviertan la pérdida de envíos postales, que fueron 500 millones en 2019, y que en 2020 se vieron afectados por la pandemia.
Dicha transformación gira en torno a tres ejes: la diversificación de servicios, la internacionalización y una mejora de la eficiencia. Lo anterior, sin restarle calidad al servicio a la ciudadanía ni a un empleo estable, ya que no tiene ningún plan de privatización ni de despidos.
En ese sentido, como compañía pública, Correos "tiene la obligación de fortalecer su apertura a otros sectores y de diversificar su negocio", a través de la asignación de recursos, tanto humanos, como logísticos y tecnológicos.
De ahí que, en función de la producción, "que es fluctuante", la entidad "adecua su plantilla y su estructura al nivel de actividad real", sin afectar los compromisos de entrega de los envíos y las notificaciones en los plazos contratados o irrespetar las condiciones laborales de su personal.
Para Correos, la mejor forma de garantizar un servicio con la máxima calidad y, al mismo tiempo, contribuir con el desarrollo de la sociedad, es la creación de empleo estable.
Sobre esa línea, en el marco del proceso de consolidación de empleo temporal, durante 2020 un total de 4.005 personas se incorporaron a la compañía como trabajadores fijos.
Por otro lado, en septiembre pasado se realizaron las pruebas para el ingreso de personal laboral indefinido a 3.381 puestos provenientes de la convocatoria de 2019.
Además, actualmente está abierto un nuevo proceso de consolidación de 3.254 puestos de trabajo correspondientes a la de 2020 y se ha anunciado la mayor oferta pública de empleo en décadas, con 5.377 plazas de personal laboral indefinido para 2022.