La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) denuncia este jueves el desahucio de militares de tropa de sus alojamientos en las unidades, en medio de una creciente tensión entre las asociaciones de las Fuerzas Armadas que demandan "una justa y merecida actualización salarial" y el Ministerio de Defensa.
De acuerdo con ATME, muchos de estos militares de tropa, que tienen "salarios mileuristas", deben encontrar dónde alojarse porque ha entrado en vigor una norma que limita el tiempo máximo de permanencia en los alojamientos de tropa a seis años, "cuando exista personal en lista de espera".
Asimismo, ATME asegura que esta medida aumentará la precaria situación de los soldados alojados en estas unidades, que ahora tendrán que alquilar habitaciones que, como en Madrid, pueden rondar entre los 300 y 400 euros. No pocos de ellos incluso pagan alquileres o hipotecas donde radican sus familias y, aunque deban alejarse todavía más de ellas, se verán obligados a pedir destino en otras ciudades.
Además, ATME recalca que estos alojamientos no son habitaciones individuales con baño, sino compartidas, en muchos casos entre 3, 4 o 5 personas. Si bien allí los militares no tienen más que un armario, una cama y una mesa, pueden vivir entre semana para visitar a sus familias el fin de semana.
ATME resalta que los mandos de personal de los ejércitos, especialmente el del Ejército de Tierra, y el Ministerio no pensaron que el aumento de la demanda de alojamiento en algunas unidades podía deberse "a la subida de los precios y la imposibilidad de pagar un alquiler o comprar un piso con el sueldo de un soldado" y, "en lugar de buscar soluciones, como la creación de nuevos alojamientos", optaron por "el desahucio de los usuarios con más antigüedad".
Los responsables del Ministerio, destaca ATME, "no se cansan de alabar el trabajo de los militares", mientras éstos son servidores públicos "low cost", "mal retribuidos y con unas horas fuera de la jornada laboral no pagadas". Y aclara que "los militares continuarán acudiendo donde se les demande", pero "exigen que se acabe con los halagos y buenas palabras" y se solucionen "sus problemas reales que afectan, también, a sus familias".