El presidente de Promesa, Jesús Delgado Aboy, asegura que en el artículo 16 de la Constitución Española “se garantiza la libertad religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley”. De esta forma quiso valorar la polémica tras una representación teatral realizada por Mirrolde Teatro en el Belén del Foso del Hornabeque. Indicó que se ponían en dudas “valores y principios cristianos, como son los casos de la Anunciación y el Nacimiento de Jesús”.
Delgado explicó en una nota de prensa que “cualquier elemento que pueda cuestionar valores y creencias personales, en este caso los religiosos, incluso por encima de la libertad de expresión, deben inexcusablemente ser protegidos por los poderes públicos, tal y como queda expresamente recogido en nuestra Constitución”.
En el caso de la representación teatral, apuntó que “con independencia de ser ficción, no se han tenido para nada en cuenta las creencias y sensibilidades de una parte muy importante de la sociedad melillense, como es el caso de los cristianos”.
Al margen de otras consideraciones que Delgado tildó de “partidistas y fuera de todo lugar”, el presidente de Promesa cree que “la fe no se mide, ni se juega con ella al y tú más, como algunos pretenden hacer. La fe se respeta y se valora si se quiere”.
En este sentido, argumentó que entiende que “hacer sátiras, más o menos humorísticas, con las creencias religiosas de los ciudadanos melillenses, o sacarla de su contexto natural, solo puede acarrear todo lo que acarreado esa representación teatral, que por supuesto está enmarcada dentro del imperio de la ley, pero que en una ciudad como la nuestra, en la que se dan unas circunstancias excepcionales, se deben ponderar y muchos las circunstancias en las que se hacen determinadas cosas, con el único objetivo de mantener nuestra identidad multicultural”.
Delgado lamentó que “una vez más, el discurso político vaya de la mano con el religioso. Eso, ni es bueno para Melilla, ni mucho menos para los ciudadanos melillenses. Si los legítimos representantes de la comunidad cristiana quieren expresar su enfado o malestar por esa función teatral, están en su legítimo derecho de poder hacerlo. Otra cosa bien distinta es politizar algo que excede de la acción política, como es el caso de un teatro”.
Es más, el presidente de Promesa cree que “señalar a la consejera de Cultura como culpable o reclamarle la dimisión, además de injustificado, es un error”.
Se preguntó si es que la consejera competencias “censoras”. “¿Acaso está obligada al consejero a leerse todos los libretos de las funciones de teatro que se representan en Melilla? Cultura ha organizado una amplia programación navideña, con mucho esfuerzo y dedicación, y más en tiempos de pandemia. Ha contratado a empresa o compañías teatrales para ofrecer diversión a los melillenses. Esa es toda la responsabilidad de la Consejería de Cultura, a partir de ahí, cada compañía debe ser responsable de lo que representa y asumir las críticas que puedan tener”, remarcó.
Por todo ello, Delgado Aboy aseveró que “en el teatro, como en la vida, no todo son aplausos y cada uno debe entender que las personas libremente pueden sentirse ofendidas o molestas por ese tipo de sátiras, que reiteró, no benefician a nadie”.
Para finalizar, el presidente de Proyecto Melilla reclamó “públicas disculpas hacia una comunidad cristiana, que legítimamente está en todo su derecho de sentirse ofendida por parodiar de esta manera, algunos de los principio básicos de la cristiandad”.
No vaid ni a misa, las iglesias están vacías y necesitáis la indignidad y el escarnio para alzar vuestras hogueras.
Otro ceporro que no tiene ni puñetera idwa de lo que está hablando.