El Gobierno aprobó hace unos días un real decreto ley que devuelve la constitucionalidad al Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, más conocido, como plusvalía. Pero, ¿qué supone esto para nuestra ciudad? La consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, aseguró que en el caso de Melilla no afecta mucho. Indicó que este impuesto está bonificado en un 50% en nuestra ciudad y los ingresos por este tributo no son tan relevantes en comparación con el presupuesto general de Melilla. Por ello, apuntó que los cambios en este impuesto “no suponen un roto importante para las arcas públicas”.
Almansouri explicó a El Faro que “es un concepto que lo grava son las transacciones inmobiliarias, es decir, la compra y venta de inmuebles o terrenos, o bien las herencias”. Y en Melilla es un concepto que en el último presupuesto era de unos 700.000 euros. Y con las nuevas modificaciones sobre el impuesto, la consejera indicó que las previsiones son muy cercanas a esa cantidad. Por ello, reiteró que no supone ningún descalabro para las cuentas de la ciudad.
La titular de Hacienda argumentó que tras la sentencia del Constitucional y con esta norma lo que se pretende hacer es que sea un impuesto más justo. Indicó que antes, con independencia de que se hubiera ganado o no con esta transacción, se tenía que abonar esta plusvalía. Sin embargo, ahora se establece el término “minusvalía”, es decir, que sino se gana dinero o se vende por un importe inferior al de compra, no hay que abonar este tributo. Y es que en este caso no habría plusvalía porque no está por encima del valor de la compra esa venta.
Almansouri remarcó que antes “la norma era injusta”, sobre todo, en relación a que si una persona perdía en la venta, debía seguir pagando el impuesto. Ahora ya no se hará así.
Adaptar la norma
Por otro lado, la titular de Hacienda comentó que estos cambios exigen una adaptación normativa y ya se ha comenzado este camino. Explicó que la nueva norma establece unos coeficientes máximos de aplicación que son “bastante asequibles y bajos”.
Además, se va a mantener la bonificación del 95% en el caso de las herencias. Y es que respecto a esto último, subrayó que ven “injusto” que alguien que hereda tengan que pagar una plusvalía por acceder a ese bien heredado cuando “entendemos que ya lo pagó en su día la persona que adquirió el bien. De hecho, comentó que esta bonificación del 95% de las herencias es una prorrogativa que da la norma y Melilla la va a mantener. Y se queda la Ciudad con la bonificación máxima que permite la ley, añadió la consejera de Hacienda.
Almansouri añadió que el real decreto marca esos nuevos coeficientes y ahora tienen seis meses para poder modificar esta cuestión en Melilla.
No obstante, apuntó que cuando se cuenten con todos los informes jurídicos se llevará a comisión y luego a pleno. En este punto, argumentó que es necesario que pase por estos trámites porque hay que modificar la ordenanza de Melilla sobre este impuesto.
Por qué no afecta tanto
Mientras que en otros ayuntamientos, el cobro de la plusvalía es un ingreso importante, la consejera de Hacienda comentó que no lo es tanto en Melilla.
Almansouri explicó que todos estos impuestos están bonificados en un 50% y las cantidades que se recaudan no son tan elevadas si se comparan con el presupuesto de Melilla que está en unos 300 millones de euros.
En este sentido, comentó que “en el año 2019 se recaudaron 911.000 euros y la previsión que tenemos aplicando los nuevos coeficientes es que habrá un descenso o pérdida de recaudación de unos 200.000 euros”. Y por ello, aseveró que “no es un gran roto para la recaudación” dejar de ingresar esa cantidad.
Pero la consejera de Hacienda analizó también que, al margen de esa pequeña diferencia en los ingresos, estamos hablando de un impuesto que no se puede prever con exactitud. Y es que matizó que dependen de las operaciones inmobiliarias que haya en ese año y no es un impuesto fijo, como el pago de basura o de agua que se hace cada año igual y que se sabe a cuántos ciudadanos afecta de forma segura.
Es más, Almansouri desgranó que en el año 2016 la recaudación fue 1,3 millones; en el 2017 fue 1,17 millones; y en 2018 fueron 629.000. Insistió en que oscila mucho la recaudación por este ingreso y no hay esa previsión más exacta que puede tener en otros tributos. Asimismo, reiteró que las cuantías no son tan altas si se comparan con el importe total que tiene de presupuesto la ciudad. Y es que la cifra más elevada fue en 2016 con esos 1,3 millones de euros.
“El impacto que puede tener esta nueva norma y el cobro de la plusvalía en Melilla no es el mismo que tiene en ciudades como Sevilla o Madrid o cualquier otro ayuntamiento que sea más grande. Además, no cuentan con esa bonificación”, aseveró. En este sentido, comentó que, si esos 1,3 millones de 2016 fueran 2,6 millones, sí que se notaría más ese cambio, pero no es así al estar ese descuento de un 50%.
“Ya tenemos una serie de beneficios fiscales en Melilla que hacen que ese impacto no sea tan grande”, concluyó.