El acoso callejero es un tipo de violencia contra la mujer que, lamentablemente, se ha “normalizado” en Melilla, ha dicho Laura Segura, jefa de la Unidad contra la Violencia de Género de Delegación de Gobierno, pero que no se denuncia. Que una mujer no pueda andar libremente por las calles no es normal. Tanto mujeres como hombres tienen derecho a caminar y salir de casa sin sentir miedo a que les pueda ocurrir algo o les digan frases ofensivas. Educar en valores y respetar a los demás es una de las tareas en las que hay que trabajar. Hay que sembrar esta semilla en los más pequeños y en los jóvenes para que el mensaje se multiplique en sus hogares. Pero para ello también es necesario el acompañamiento en casa, y que los padres respalden a lo enseñado en el colegio a través de charlas. La violencia de ningún tipo es permisible. Y preocupa que el acoso callejero no se denuncie en la ciudad, pero también que el número de denuncias hechas por violencia de género este año sean más bajas que las realizadas durante el 2020, un año atípico marcado por la pandemia. También es preocupante que el tipo de violencia más común sea la física, y que haya mujeres que hasta que no sientan que están en una situación de riesgo no denuncien a sus agresores. Cada caso es distinto, cada situación es distinta y cada persona tiene su tiempo para tomar la decisión de denunciar. Lo que no se puede permitir es la violencia de ningún tipo contra nadie. Las instituciones deben brindar ayuda y apoyo y las víctimas deben sentir la protección de estas. Este 25 de noviembre es el día contra la eliminación de la violencia contra la mujer, una fecha que recuerda que el problema existe, que hay mujeres sufriendo la violencia, muchas en silencio, y que necesitan de apoyo y de ayuda. Es tiempo de atenderlas y de decirles que existe una vida libre de violencia.