Poco a poco se levantan las restricciones contra el coronavirus, esas que durante más de año y medio han marcado la rutina y los límites de la actividad diaria.
Desde el pasado sábado ya es posible consumir en las barras de los establecimientos, algo que no se hacía desde hace meses atrás. En una cafetería de la ciudad tienen las esperanzas de que esto pueda incrementar el número de visitantes, pues ya no están obligados a solo estar en las mesas como era hasta hace unos días.
Melilla, al entrar más tarde en la quinta ola, ha sido prudente y ha mantenido las medidas preventivas por más tiempo que el resto del territorio nacional. Es así, como a partir de este fin de semana se abrieron las pistas de baile en la ciudad, pero utilizando siempre la mascarilla.
Con la nueva flexibilización de las normas, Melilla se acerca a la normalidad como la conocíamos antes de la pandemia. Incluso, esta misma semana llegarán dos cruceros a la ciudad con decenas de turistas.
La economía de la ciudad ha sufrido mucho desde que inició la pandemia en marzo de 2020, pero ya estaba golpeada tras el cierre de la aduana comercial. La llegada de estos cruceros con decenas de turistas puede significar un respiro momentáneo poniendo las esperanzas en que más foráneos vengan a la ciudad en el futuro.
Con la nueva normalidad, Melilla necesita recuperarse económicamente y levantarse del lugar en que se encuentra, pero para ello requiere del esfuerzo de todos.