Nueve avionetas, procedentes del Real Aeroclub de Sevilla, aterrizaron ayer en nuestro Aeropuerto para estrechar lazos con nuestra ciudad, difundir la aviación deportiva y demostrar que Melilla está más cerca de lo que los obstáculos con nuestros transportes a veces nos hacen sentir. No obstante, más cerca aún podría estarlo si realmente potenciáramos este tipo de visitas, que nos ayudan a fabricar embajadores de nuestra tierra más allá del Estrecho y nos permite también acercarnos a una modalidad de la aviación tan segura como no repleta a su vez de aventura y entusiasmo.
Nuestra ciudad necesita poder despachar el combustible que necesita estas aeronaves. Los nuevos medios técnicos facilitan que la aspiración sea posible. El Gobierno local, que ayer se comprometió a estudiar el tema, debe abordarlo con seriedad, porque si tenemos combustible para este tipo de aeronaves de seguro que su llegada a la ciudad no será como hasta ahora algo extraordinario o excepcional.