Los melillenses cayeron por 24-30 ante la Malagueta
El EBIDEM Melilla volvió a caer derrotado en el Pabellón Lázaro Fernández dando la cara ante la Malagueta por 24-30, en un choque donde los hombres de Jesús Moreno y Pablo Torres lo dieron todo sobre la cancha de juego, pero al final el mayor acierto en ataque de los costasoleños pudo con las ilusiones de un joven equipo local.
El choque arrancó con dos equipos que se tantearon en los primeros minutos, no en vano se conocen de la premporada. Los melillenses pusieron las ganas sobre la cancha y el conjunto malacitano la definición en ataque. Los visitantes comenzaron a mandar en el marcador con un colchón de tres goles que fueron capaces de mantener durante gran parte del primer tiempo. Las pérdidas en ataque de los melillenses hicieron que el equipo malagueño pudiera llegar a la portería local en rápidos contrataques y sorprender al meta David. Los primeros 30 minutos de juego se cerraron con el marcador de 9-14 para el conjunto de la Costa del Sol.
En la segunda parte los amarillos lo intentaron con una buena defensa y situaciones cómodas de tiro, pero conforme pasaron los minutos el conjunto de Jesús Moreno y Pablo Torres comenzó a flaquear en defensa, cosa que aprovechó el equipo visitante para llegar con solvencia a la meta defendida por David Enriquez, aunque el portero melillense, muy bien durante todo el choque, no pudo hacer nada en las múltiples situaciones de uno contra uno.
La recta final del partido fue un querer y no poder del conjunto melillense, que con mucha juventud sobre la cancha del Lázaro Fernández tan sólo pudo defenderse de las embestidas del equipo malacitano que volvió a cobrar una ventaja de cuatro puntos, 20-24. Melilla no supo compensar las buena defensa en momentos puntuales con ataques certeros lo que le llevó a bajar los brazos y dejar que el conjunto visitante llevara el peso del choque para imponerse finalmente por un marcador de 24-30, que no hacía justicia a lo acontecido sobre la cancha de juego. Hay que reconocer el trabajo que han realizado los jugadores locales ante un equipo más experimentado y con una buena plantilla.
El EBIDEM Melilla volvió a caer derrotado en el Pabellón Lázaro Fernández dando la cara ante la Malagueta por 24-30, en un choque donde los hombres de Jesús Moreno y Pablo Torres lo dieron todo sobre la cancha de juego, pero al final el mayor acierto en ataque de los costasoleños pudo con las ilusiones de un joven equipo local.El choque arrancó con dos equipos que se tantearon en los primeros minutos, no en vano se conocen de la premporada. Los melillenses pusieron las ganas sobre la cancha y el conjunto malacitano la definición en ataque. Los visitantes comenzaron a mandar en el marcador con un colchón de tres goles que fueron capaces de mantener durante gran parte del primer tiempo. Las pérdidas en ataque de los melillenses hicieron que el equipo malagueño pudiera llegar a la portería local en rápidos contrataques y sorprender al meta David. Los primeros 30 minutos de juego se cerraron con el marcador de 9-14 para el conjunto de la Costa del Sol.En la segunda parte los amarillos lo intentaron con una buena defensa y situaciones cómodas de tiro, pero conforme pasaron los minutos el conjunto de Jesús Moreno y Pablo Torres comenzó a flaquear en defensa, cosa que aprovechó el equipo visitante para llegar con solvencia a la meta defendida por David Enriquez, aunque el portero melillense, muy bien durante todo el choque, no pudo hacer nada en las múltiples situaciones de uno contra uno.La recta final del partido fue un querer y no poder del conjunto melillense, que con mucha juventud sobre la cancha del Lázaro Fernández tan sólo pudo defenderse de las embestidas del equipo malacitano que volvió a cobrar una ventaja de cuatro puntos, 20-24. Melilla no supo compensar las buena defensa en momentos puntuales con ataques certeros lo que le llevó a bajar los brazos y dejar que el conjunto visitante llevara el peso del choque para imponerse finalmente por un marcador de 24-30, que no hacía justicia a lo acontecido sobre la cancha de juego. Hay que reconocer el trabajo que han realizado los jugadores locales ante un equipo más experimentado y con una buena plantilla.