Madrid será la sede de la próxima Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, una vez que Marrakech (Marruecos) ha renunciado a acoger la conferencia prevista allí debido a la situación epidemiológica.
La propia OMT ha comunicado en su web la celebración en Madrid, la sede mundial de la organización, que acoge esta reunión después de que Marruecos haya comunicado la decisión de suspender la Asamblea, el máximo órgano de decisión de la OMT, que se reúne cada dos años para aprobar su presupuesto y su programa de trabajo y que, cada cuatro años, elige al secretario general.
"El Gobierno de Marruecos ha informado a la secretaría de la OMT que la evolución de la situación mundial actual, vinculada a la pandemia covid-19, no permite la celebración de la 24ª sesión de la Asamblea General en Marrakech (...) en condiciones que garanticen las condiciones de salud y seguridad necesarias para los participantes", explica en un correo electrónico enviado a los países miembros de la OMT.
En esta reunión se ratificará la continuidad como secretario general hasta 2025 del georgiano Zourab Pololikashvili, que ya se había decidido en el Consejo Ejecutivo de enero pasado.
En el informe sobre el sector que el secretario general presentará a la Asamblea, resalta que los movimientos de turistas internacionales cayeron un 73% en 2020, hasta situarse en cifras de hace 30 años, con lo que entre 100 y 120 millones de empleos turísticos directos quedaron en riesgo.
En los cinco primeros meses, las llegadas de turistas internacionales se redujeron un 85%, aunque la confianza se recupera lentamente según el Grupo de Expertos de la OMT, señala el informe.
Esta Asamblea se presentaba inicialmente más intensa que otras por la posibilidad de que Arabia Saudí presentara su propuesta para albergar la sede mundial de la OMT, que está en Madrid desde la constitución de esta agencia de Naciones Unidas en 1975, pero finalmente aquel país desistió.
El Gobierno español aseguró que sería "un gesto poco amistoso" de Arabia Saudí y el Ejecutivo puso en marcha un plan para desactivar esa posibilidad.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró que "no sería solamente un desafío al país que la acoge, sino al sistema mundial y al equilibrio de Naciones Unidas".
Albares y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, anunciaron el pasado 15 de septiembre que el organismo se quedaría en España y contaría con una nueva sede en el Palacio de Congresos de Madrid, que estaría operativa en 2024.
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