Que Melilla está cambiando su fisonomía, sobre todo en la parte correspondiente a los emplazamientos de tantos cuarteles, es algo que salta a la vista de cualquier ciudadano. El Ministerio de Defensa siempre ha mostrado su colaboración con la Ciudad Autónoma para emprender algunos proyectos, prueba de ello son las cesiones de ciertos terrenos para la construcción de viviendas –caso del cuartel de Gabriel de Morales–.
Y al margen de algunas discrepancias –plaza multiusos de Cabrerizas–, el entendimiento entre ambos parece más que evidente.
Por ello, debería ser escuchada la petición realizada por el Gobierno local sobre los terrenos del Acuartelamiento de Caballería para levantar en ellos no sólo un resort hotelero, sino también viviendas y equipamiento comercial.
Es un uso responsable de unos terrenos que están situados en un lugar privilegiado y que desde luego, redundarán en beneficio de todos los melillenses, no del Gobierno de Imbroda.