Aberchán dice que la Zona Económica Especial de Melilla puede ser una realidad en 2022

La propuesta de implantar en Melilla una Zona Económica Especial (ZEE) surge desde Coalición por Melilla (CpM). La formación, a través de su presidente, Mustafa Aberchán, saca el tema a debate y antepone este planteamiento a la Unión Aduanera Europea porque se lograría en un corto periodo de tiempo así como por los beneficios económicos que traería a la ciudad. De hecho, el presidente se CpM dice a El Faro que “se podría lograr en 2022” si hay interés y acuerdo político.

El político cree que “hay que hacer un gran esfuerzo” y asegura que lo harán. A “CpM no se nos escapa la posibilidad de llegar a un acuerdo con Madrid para que esto sea una realidad”, refiriéndose a un acuerdo político, económico y del Plan Estratégico.

A juicio del cepemista, la ZEE debía ser una “realidad ayer”, por lo que cree que debe ponerse en marcha “cuanto antes mejor”.

Trasladando el debate a la Ciudad, el cepemista indica que “la responsabilidad dentro del tripartito se mueve en esta línea”, que también ha sido incluida dentro del Plan Estratégico Melilla 2020-2029.

En su opinión, “se va dibujando un espacio de convergencia y de impulso político, de que pensamos que puede ser una realidad, una pronta realidad”.

En contraposición, cree que el Partido Popular “está enrocado” en posiciones que “no son entendibles y no son beneficiosas para el pueblo”.  En este sentido, Aberchán señala que la alternativa de la Unión Aduanera tiene un “largo recorrido”.

Para lograr que Melilla sea una ZEE, hay que conseguir un acuerdo del tripartito, que “creo que lo hay y tenemos que precipitar eso”.

Posterior a ello, se debe elevar al Consejo de Gobierno y éste lo puede aprobar de inmediato. A partir de ese momento, se buscaría una presentación en el Congreso de los Diputados y en el Consejo Europeo. A esta última instancia se le informa.

La Zona Económica Especial

El líder de CpM cree que al igual que ocurre en 55 puntos Unión Europea donde hay igual número de declaraciones de ZEE, “Melilla debería ser una de ellas” y detalla las razones por las que la ciudad debería incorporarse a este modelo.

Una de ellas, “es porque Melilla no tiene un tejido productivo definido. Su tejido productivo se llama Estado, funcionarios y Pymes, no hay más”, dijo mencionando que la ciudad no tiene producción de ningún tipo.

En este sentido, señaló además que es una “zona que pueda definir un espacio de fiscalización baja y que pueda servir de estímulo para atraer a empresas, sería muy rentable para la ciudad en el aspecto económico”.

Sobre las empresas que podría atraer Melilla, Aberchán indica que tienen un desafío “muy importante” en el acuerdo del Estado con las energías renovables con “el cambio de los vehículos de combustión a eléctricos y esto invita a que nuestro país, además de ser uno de los primeros países en producción de energía renovable, tiene que proyectar una producción exponencial importante para cumplir esos desafíos”.

Al respecto, plantea que Melilla se convierta en una zona “de baja fiscalización” para atraer a empresas como pueden ser de accesorios para vehículos o elementos de energía renovable.

“Yo creo que ya de por sí podría haber muchas empresas nacionales e internacionales interesadas en asentarse en nuestra ciudad”.

El cepemista reitera también que si la ZEE se conjuga con la situación geopolítica y geográfica de la ciudad, con un tratado de buena vecindad entre la Unión Europea, Marruecos, “esto sería más favorable, más productivo y de mayor interés para nosotros, en tanto que el mercado no se limitaría a uno de la Unión Aduanera sino que significaría también políticas de desarrollo, de tecnología, de servicios y todo, mirando hacia el norte y mirando hacia el sur”.

Y el líder de CpM conjuga esto con las grandes construcciones que están incluidas en el Plan Estratégico, como es el desarrollo turístico. Él defiende que por la situación de la ciudad “invita a estar en África sin salir de Europa”.

Ventajas fiscales

Pero también valora las ventajas fiscales que se contemplan en la ZEE, “que en el caso de Melilla nadie las discute”.

Asimismo defiende que cuando hablan de ZEE se refieren a un estatus especial para “una situación especial de nuestra ciudad que conllevaría a cuidar mucho la subvención comercial, la del comercio, el apoyo como ruta estratégica y como modelo público a cualquier ciudadano, ya sea melillense o peninsular para que venga a nuestra ciudad y crear un espacio que sea muy atractivo para el estímulo de grandes empresas que, decididos ellos a producir por ejemplo, cualquier elemento de energías renovables, buscarían el rincón más ventajoso del territorio nacional”.

De acuerdo con Aberchán, la ZEE puede ser una realidad en Melilla en meses, mientras que la inclusión de la ciudad en la Unión Aduanera tardaría una década, pues se necesita del consenso unánime de los 27 estados miembros para cambiar el tratado.

“Eso no solo no es creíble sino que quien quiere abrir ese debate, busca tras la cortina, otro debate que no nos interesa para nada”, dijo.

El cepemista indica que nunca han entrado en el debate de la Unión Aduanera porque no les parece “ni serio ni respetuoso” desde el aspecto político, económico y social.

Aunque si quieren profundizar en el análisis, dice Aberchán, cree que los populares deben ahondar en qué conlleva esta decisión. Según él, lleva que Melilla pierda todas las ventajas fiscales que tiene, “y eso nos situaría en una situación de más lejanía y no de más cercanía a los intereses de los melillenses y de nuestro país”.

Dice que se perdería el plus de residencia de los funcionarios. “El ciudadano de a pie, que parece que tampoco sabe las consecuencias, el IVA se perdería y las subvenciones al transporte y rutas estratégicas también se perderían y muchas más”, agrega Aberchán.