Los talleres de Arqueología y Restauración organizados por la Fundación Melilla Monumental en el Hospital del Rey para los meses de octubre y noviembre ya han comenzado con el primer grupo. Cada uno de los 10 niños y niñas que han participado en este primer grupo tenían su propia caja con distintos extractos para excavar y los materiales necesarios para ello. Las cajas estaban adaptadas a las edades que cada uno de los pequeños, que iba entre los 6 y los 12.
Lola y Adriana son dos de las participantes. Lola había encontrado una moneda, cerámica y un trozo de madera mientras que Adriana ya lo tenía todo y ahora le tocaba rellenar una ficha para identificar los restos arqueológicos que tenía. Las profesoras, Marta Galero y Vanesa Martínez (arqueóloga y restauradora), iban explicando poco a poco los pasos que debían ir haciendo y resolviendo las dudas. Lola ha asegurado que se lo estaba pasando genial y que ha aprendido nuevas cosas, como que los arqueólogos tienen que excavar para encontrar restos.
Galera ha explicado a El Faro que en esta primera fase los niños y niñas excavan directamente y ejercen de arqueólogos por un día. Ha subrayado que los pequeños están muy entretenidos y que está encantadísimos. "Cada vez que descubren un resto arqueológico les explicamos que los estratos van por capas y les hemos explicado la metodología necesaria", ha dicho Galera. Además, las dos profesoras han visto que los niños han encontrado incluso restos que no estaban previstos, lo que demuestra que han estado prestando atención al proceso de excavación. "Es una actividad lúdica para ellos y al mismo tiempo están aprendiendo", ha dicho.
Uno de los conocimientos principales que han adquirido es que los estratos que están más abajo son más antiguos que los de arriba, por lo que aprenden que se encuentran los restos arqueológicos por fases. También han estado cribando la tierra, es decir, han separado las partes finas de las más gruesas.
Así pues, a través de una metodología científica, los arqueólogos documentan y registran los restos del pasado, lo que permite reconstruir cómo vivían nuestros ancestros y además ayuda a comprender la actualidad.