Alonso critica el enfoque de la moción que, según asevera, “impone el criterio de la escalada y la tensión” en las relaciones entre ambos países. Todos los grupos del Senado votaron ayer en contra de una moción del PP que fijaba seis “líneas rojas” en la política de España hacia Marruecos por considerar que es una “provocación” hacia este país que motivaría una “escalada de tensión” en las relaciones bilaterales.
La moción era consecuencia de una interpelación al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sobre los incidentes registrados en agosto en la frontera de Melilla, así como la agresión sufrida en El Aaiún por un grupo de activistas españoles que protestaban por la situación del Sahara.
El pleno de la Cámara Alta la rechazó por 129 votos y una abstención –de José María Mur, senador del Grupo Mixto (PAR)–, por lo que sólo ha sido apoyada por 112 votos procedentes del PP.
El senador de este grupo Alejandro Muñoz Alonso criticó la política del Gobierno hacia Marruecos que, a su juicio, se ha basado en “la complacencia con todos y hacia todos, a menudo a costa de los intereses de España”.
Muñoz Alonso señaló que la “foto” del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Nueva York, con el Rey Mohamed VI, “no sólo no es un acierto, sino que es un reflejo exacto” de esa política, en la que Marruecos “toma la medida de nuestra debilidad y nuestras tragaderas” y “se nos humilla”.
“Este Gobierno jamás se siente ofendido, plantea las relaciones con Marruecos como si fueran un favor”, señaló.
La moción fue rechazada por todos los grupos de la Cámara, aunque los portavoces del PNV y CiU, Iñaki Anasagasti y Joan María Roig, mostraron su coincidencia con alguno de los seis puntos en que se basa.
Así, Anasagasti aludió también a la “foto” de Zapatero y Mohamed VI tras la que, según dijo, “no es el momento” de aprobar una moción como la que ha defendido el PP.
“Creemos que la literalidad de los puntos que se presentan en esta moción no es lo más conveniente”, explicó.
El portavoz de CiU admitió que su grupo estaría de acuerdo con algunos puntos, pero criticó que otros sean “un brindis al sol”, como los referidos a la investigación de los incidentes en la frontera con Melilla, y otros “de ciencia ficción”, como la exigencia a Marruecos de que elimine los documentos oficiales que no reconozcan la soberanía española sobre Ceuta y Melilla.
Abiertamente en contra de la iniciativa del PP se posicionó el PSOE, la Entesa y el Grupo Mixto, cuyo portavoz, Pedro Torres, destacó que la relación con Marruecos debe basarse en un “espíritu de mutua colaboración y confianza” que “rompe” la moción del PP.
El senador de la Entesa Lluis María de Puig consideró también “un error” la moción del PP que, según dijo, está basada su tendencia “hacia la demagogia”.
“Lo que se está torpedeando es la política internacional de España, y es una provocación en relación a ese vecino con el que conviene tener relaciones, al menos correctas”, aseguró.
El senador del PSOE José Antonio Alonso criticó el enfoque de la moción que, según dijo, “impone el criterio de la escalada y la tensión” en las relaciones entre ambos países.
“Quien está seguro de su posición, bajo ningún concepto necesita salirse de tono, ni quien se siente seguro de su propiedad anda pregonando la misma o exhibiendo las escrituras”, señaló.
El senador socialista añadió que su grupo no apoyará “la más mínima iniciativa que ponga en cuestión el eslabón que España y Marruecos están construyendo para ser, valga la redundancia, eslabón entre dos grandes continentes”.