La comunidad judía de Melilla celebra hoy la festividad de la Cabaña, Sucot, que durará siete días. De esta forma, se recuerda que el pueblo judío no tuvo descanso ni residencia fija en uno de los pasajes de su historia más importantes.
Así, se establece esta fiesta para que las personas no se enorgullezcan de sus bienes y se den cuenta de los peligros de la riqueza y el poder. La tradición indica que durante una semana al año los fieles deben abandonar sus casa y vivir en una cabaña, esto es, comer y dormir en ellas.
Las autoridades políticas de Melilla como el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, se han sumado estos días a las felicitaciones del resto de los melillenses que desean que esta entrañable tradición sea una jornada de alegría y agradecimiento a Dios.