Respecto a la decisión de eliminar uno de los representantes del Estado en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de la ciudad autónoma, nada que objetar, si acaso, todo lo contrario, aplaudirla porque estamos en vacas flojas y hay que recortar gastos en todos los ámbitos que se pueda. Antes eran dos y ahora serán solo uno. Sin embargo, el asombro llega cuando el ‘eliminado’ resulta ser el máximo responsable del área de Fomento en Melilla, Ministerio del que depende Puertos del Estado y por tanto la Autoridad Portuaria.
Quizá el cargo sea de puro trámite y no tenga la mayor importancia quien esté al frente de él, pero desde luego, resulta cuanto menos curioso que como representante del Estado permanezca el diputado de CpM, al margen de su valía o no, en lugar del que tiene el nombramiento desde el Ministerio.
A lo mejor todo tiene que ver con esa coalición para las próximas elecciones entre PSOE y CpM y con los ‘costes’ que ésta supone.