Los chavales que entrena y dirige Diego Martínez quieren olvidar cuanto antes el mal sabor de boca que ofrecieron en su debut liguero.
Esta tarde, a las 16:00 horas en el campo federativo de La Espiguera, el Gimnástico Melilla se enfrenta al Úbeda Viva en partido correspondiente a la tercera jornada del Grupo XIII de la Liga Nacional de Juveniles.
El encuentro es de máxima importancia para la escuadra aurinegra ya que no puede permitirse un nuevo traspié en su feudo, ante uno de los equipos recién ascendidos a la categoría esta temporada a pesar de que la liga no ha hecho nada más que empezar.
La victoria supondría sumar los tres primeros puntos que valdrían para dar un salto cualitativo en la tabla y abandonar las posiciones de descenso, debido a la igualdad existente desde la mitad de la clasificación hasta los últimos puestos de la misma.
El equipo ha trabajado bien durante la semana a pesar de las dos derrotas cosechadas hasta ahora ya que en el último partido disputado ante el campeón vigente, Málaga B, el conjunto gimnasta rayó a gran altura a pesar del 4-0 final. Las sensaciones que trasmitió el equipo fueron buenas y de ahí la confianza en conseguir el triunfo ante el rival de hoy.
El Úbeda ocupa la octava posición en la tabla con tres puntos sumados en los dos partidos disputados como consecuencia de una derrota y una victoria, la conseguida la pasada semana ante la UD Torredelmar por 7-3, en un partido muy desconcertante en el que tuvo que remontar hasta en dos ocasiones un marcador adverso.
El Gimnástico disputó el pasado jueves un partido de entrenamiento ante el juvenil local y ayer llevó a cabo la última sesión donde ensayaron las jugadas de estrategia.