El aumento de la incidencia acumulada en los últimos 14 días ha llevado a varias comunidades a plantearse volver a tomar medidas para frenar la quinta ola del coronavirus. Pero en Melilla la situación es distinta, esas normas restrictivas de la limitación de horarios para el ocio nocturno, fuera del establecido, o de cierre de comercios no esenciales están descartadas.
La buena situación epidemiológica de la ciudad y el avance en la vacunación ha permitido la flexibilización de las normas para dar pasos hacia la normalidad. Pese a ello, no es momento para confiarse y relajarse, sino para ser prudentes ante la covid-19 y las variantes del virus.
Melilla plantea y así lo hizo en el Consejo Interterritorial de Salud exigir como un requisito para entrar en la ciudad que la persona porte el certificado Covid digital. Esta medida busca blindar a la ciudad para evitar la llegada de nuevas cepas.
No es una medida que se tomará de inmediato, sino un tiempo después de que culmine la campaña de vacunación y las repescas de los que aún no se han inmunizado.
Después de la fuerza con la que la segunda, tercera y cuarta ola golpearon a Melilla, no se quiere volver atrás y menos aún, cuando poco a poco, la ciudad recupera su ritmo y comienza a moverse la economía.
La movilidad se ha retomado y es un factor clave para la propagación del virus. En esta quinta ola son los jóvenes los más afectados, por ello se avanza en la vacunación y esta semana comenzará la inmunización de los nacidos en el 2005.
Melilla quiere dejar atrás la pandemia pero para ello es prioritario que se conjuguen normas que protejan la salud pública, se cuide la economía para reflotarla y la prudencia y responsabilidad de la ciudadanía.
La Covid-19 no da tregua y ante la relajación ciudadana puede volver a golpear. La carrera contra el virus sigue y es larga.