Fadela Mohatar Maanán (1 de octubre de 1969) Es periodista, aunque actualmente es diputada de la Asamblea por el PP de Melilla. Está casada con dos hijos, un chico y una chica. En cuanto a su filosofía de vida: “vivir con entusiasmo y pasión y cuidar de los míos”.
–¿Cómo se describiría a nivel personal?
–Positiva, creativa e inquieta.
–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
–Unos vaqueros.
–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?
–No soy de ponerme muchas joyas, en general. Pero desde el año pasado llevo una gargantilla, fina, de oro, que mi hermano pequeño me regaló por mi cumpleaños en octubre pasado.
–Expresión melillense que más use o que le llame la atención.
–En Melilla es muy usual, y me encanta, el spanish-amazight (risas), en el que mezclamos vocablos de una y otra lengua, como frecuentemente se hace con el inglés y el español en ciertas regiones americanas. Hay una muy melillense, que es “¿iwa?”, es decir, “qué hay?”.
–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.
–Las calles de Melilla la Vieja y el Rastro, aunque últimamente me entristece ver lo abandonado que está este último. Ambos rincones me evocan mi infancia, muy feliz.
–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?
– ‘El segundo hijo del mercader de sedas’, que me regaló mi primo Karim, con el que me reencontré después de más de 20 años. Ahora estoy leyendo dos libros del gurú de la ‘Alimentación como medicina’ para el cuerpo y la mente, de Anthony Williams.
–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?
–Con el confinamiento, como le ha pasado a mucha gente, he devorado algunas series. Me encantó la miniserie ‘Una mujer hecha a si misma’,el increíble relato de la vida de C.J. Walter, la primera mujer afroamericana en convertirse en millonaria, interpretado brillantemente por Octavia Spencer.
–Mi tiempo libre lo dedico a...
–Estar con mi familia. Adoro charlas en torno a una mesa con mi madre y mis hermanos, pasear junto al mar y localizar series que me enganchen. Y cuando tengo esa suerte, reunirme también con mis hijos, que viven fuera los dos.
–Un recuerdo de la infancia.
–Jugar en la calle, con el sol del otoño por la tarde, en El Rastro. Tengo el recuerdo de mi abuelo, en su mesa de trabajo en un almacén de alimentación que regentaba y a mi abuela, pelándome cacahuetes, que metía en un pequeño vaso de té.
–Un juguete.
–Un oso de peluche, grande, marrón y naranja, de unos Reyes con 8 o 9 años.
–Su fiesta favorita.
–La mañana de Reyes, con mis hijos y mi marido. Nos encanta abrir los regalos y las sorpresas. Las pascuas también son entrañables. Somos una familia muy grande y unida, aunque hemos tenido dolorosas pérdidas últimamente.
–¿Cocina? ¿Se le da bien?
–¡No! Se me da regular. Pero me gusta la buena mesa, en cambio.
–¿Qué tarea del hogar no soporta?
– Los cambios de armario.
–¿Personaje histórico que le llame la atención?
–Rumi, poeta y pensador sufi del siglo XIII.
–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?
–No, en absoluto me gustaría viajar al pasado.
–¿Viajaría al futuro?
–Tampoco, rotundamente no.
–¿Es supersticiosa?
–Lo fui en algún momento de mi vida, pero entendí que solo era una limitación y lo desterré de mis creencias. Eso sí, creo que todo ocurre por algo. Y estoy convencida de que todo está conectado en el universo.
–¿Se arrepiente de algo?
–Siempre hay algo que piensas que tendrías que haber hecho mejor o no haber hecho. Pero prefiero mirar hacia adelante. No suelen atormentarme esas cosas.
–¿Cuál es su principal miedo?
–La pérdida o el dolor de la gente a la que amo.
–Algo que deteste de usted mismo.
–Me cuesta guardar secretos.
–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.
–Playa paradisiaca, sin duda, donde además pueda conocer otras culturas.
–Si le tocara la lotería…
–Pagar todas las hipotecas a los míos y viajar por el mundo.
–Un chiste.
–Dos que empiezan a ligar en una discoteca:
-Hola, ¿estudias o trabajas?
-¿Ande qué?
-¿Qué si trabajas?
(Risas). ¡Me parto yo sola!