TODOS los avances hacia la ‘nueva normalidad’ son bienvenidos, sobre todo si son en beneficio de aquellos sectores que fueron duramente golpeados por la pandemia, y el ocio nocturno sin duda alguna fue uno de ellos. Pero debemos mantener siempre el mismo mensaje, pues todo debe hacerse de manera sensata.
Para todos es un respiro que poco a poco la Ciudad vaya relajando las medidas que bien han sido aplicadas para la protección de los melillenses. Pero todo debe ser acorde a esas cifras que diariamente se reportan, pues no debemos correr el riesgo de apresurarnos más de la cuenta.
La buena nueva llegó cuando se anunció que, de acuerdo con las indicaciones del Consejo Interterritorial, el ocio nocturno en Melilla abriría y hasta las dos de la madrugada. Por supuesto, siguiendo ciertas normativas y que prevalecerán las mismas normas que en el ámbito de la hostelería, refiriéndose específicamente al aforo.
En tiempos de coronavirus el ocio nocturno era quizás impensable, pues definitivamente las prioridades pasaron a ser otras, pero con la mejora en las cifras de contagios en comparación con meses atrás, es momento de que haya una apertura progresiva, pero siempre manteniendo la balanza, pues tampoco debemos olvidarnos de que el virus no ha desaparecido y debemos mantenernos alerta .
De manera que la relajación de las normas ha de ser gradual y siempre en función de lo que digan los resultados epidemiológicos.