Se concentraron en la plaza Menéndez Pelayo, donde cada semana este colectivo de inmigrantes realizaba una sentada para pedir al Gobierno su regularización.
La Plaza Menéndez Pelayo se antojó ayer por la tarde más solitaria y vacía que nunca, ya que faltaban los 63 bengalíes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) que cada semana realizaban una sentada para reclamar que se regularizase su situación y que se encuentran actualmente detenidos para ser trasladados a su país de origen.
Sin embargo, algunas asociaciones humanitarias, encabezadas por Prodein, una de las que más ha seguido de cerca el caso de este colectivo, no quisieron dar por terminada la lucha, y se personaron en Menéndez Pelayo para izar las pancartas que cada semana portaban estos inmigrantes, en las que sencillamente pedían una oportunidad para permanecer en España.
En palabras a los medios de comunicación locales, el máximo dirigente de Prodein, José Palazón, lamentó la decisión del Gobierno central, y llegó a asegurar que la política de inmigración no se aplica en Melilla “como sí se hace en España”.
De igual modo, recordó la “falsa promesa” de la Administración del Estado de estudiar de manera individual los casos de este colectivo de inmigrante, pues se mostró convencido de que no llegó a avanzarse nada en este aspecto.
De igual modo, recalcó que a raíz de lo sucedido existe cierto temor entre los residentes del CETI de origen asiático, pues se ha extendido el rumor de que también podrían ser devueltos a su país de origen.
Traslado a la península
Según fuentes consultadas por este periódico, algunos de los bengalíes fueron trasladados ayer por la mañana a la península, donde permanecerán en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) antes de ser repatriados a su país de origen.