No trae ningún premio de Madrid, pero se siente ganadora. Ha vivido una de las experiencias más bonitas de su vida viendo cómo sus diseños estaban en una pasarela. La joven diseñadora Elinor Bencheluch fue elegida como finalista de entre los 21 concursantes de los Premios Nacionales de la Moda para Jóvenes Diseñadores de la Asociación de Nuevos y Jóvenes Diseñadores Españoles (ANDE) que se celebró en Alcalá de Henares el viernes.
Bencheluch afirmó que no se puede sentir más afortunada de lo que ha vivido este viernes. Definió la experiencia como “impresionante” y se ha vuelto feliz, con más ganas aún de sacar adelante un proyecto de una empresa que ya rondaba por su cabeza, junto a un compañero de profesión, y con nuevas iniciativas, como organizar un desfile con la concursante de Ceuta, con la que entabló una amistad.
El concurso
Bencheluch explicó que le dieron el camerino número 6 y lo compartía con una compañera de Ceuta y otra de Cataluña. Afirmó que llegó con muchos nervios al teatro el viernes por la mañana acompañada de su padre y cuando abrieron las puertas se dio cuenta de que su sueño se estaba haciendo una realidad.
Y el resto del día fue “una locura”. Explica que a una modelo no le quedaban bien los zapatos y a otra el mono que era uno de sus diseños y tuvo que inventarse un retoque de última hora para salir al escenario. Y para sus compañeros de certamen solo tiene buenas palabras. Aseveró que las colecciones que vio sobre el escenario del teatro en el que se hizo el desfile fueron “impresionantes”.
Esta joven diseñadora destacó que no ganó ningún premio, puesto que fueron Aragón, Galicia y Valencia los que ganaron, pero le dieron un diploma por estar entre las finalistas. Recordó el momento en el que vio salir a las seis modelos con sus trajes y no pudo más que llorar y reír a la vez. Fue cuando regresó al camerino cuando no podía parar las lágrimas de felicidad. Había mostrado sus diseños y había visto la cara del jurado que los miraba con aceptación.
No solo se trae la felicidad de ver en una pasarela sus trajes y confecciones, sino también muchos contactos y relaciones del mundo de la moda. Hizo buenas migas, dijo, con el diseñador de Valencia, del que habló maravillas por su colección, y también con la diseñadora de Ceuta.
De hecho, están ideando las dos poder organizar un desfile en Melilla y en la ciudad hermana y plantear este proyecto a las consejerías de Cultura para encontrar ese respaldo que necesitan.
Bencheluch subrayó que ya tenía en mente crear una pequeña empresa para dar espacio en ella a los jóvenes diseñadores y mostrar al público que pueden llevar prendas de ropa de gente que está empezando en el mundo de la moda. Pero después de esta experiencia, sintió aún más impulso y ganas de sacar adelante este proyecto con un compañero de Melilla y de luchar por la moda en su ciudad.
Todas las horas de trabajo que han echado estas últimas semanas, porque no ha estado sola en este camino, se han visto recompensadas este viernes y ahora esta joven melillense mira al futuro con el deseo de emprender un negocio y muchas acciones culturales más.