La última jornada fue muy concurrida, tanto en las casetas como en atracciones.
La mayoría de las familias melillenses aprovecharon hasta el último momento para acudir al Real de la Feria y pasar la tarde o la noche del domingo en este recinto en compañía de sus amigos, familiares, conocidos, o dando un paseo por la Plaza Multifuncional de San Lorenzo acondicionada para el evento.
Los niños volvieron a ser los protagonistas de la jornada, puesto que consiguieron que los padres les comprasen ese algodón de azúcar o ese globo con la imagen de uno de sus personajes favoritos, antes de que la Feria, instalada con motivo de la celebración de las fiestas patronales, cerrase sus puertas hasta el año que viene.
Atrás se quedan las noches en vela para asistir a los conciertos de la Caseta Oficial, las atracciones, tanto para los más pequeños como para los mayores, la música a todo volumen y los gritos de los vendedores de turrón, los encargados de las tómbolas o los vendedores de comida rápida para los melillenses a los que les picaba el gusanillo y que en el transcurso de la noche sintieron algo de hambre.
Algunos de los personajes que han hecho las delicias de los menores durante este curso académico y que también han visitado las instalaciones del Real de la Feria, como es el caso de Bob Esponja, visible en los carricoches y en otros lugares específicos para los más menudos.
Una de las innovaciones de este año ha sido regalar a los pequeños un globo con el que éstos impactaron en unas bolas de goma instaladas en distintos puntos de la atracción y que aumentaba la diversión de los menores.
Las sevillanas, la música tradicional que se escuchó a lo largo de la pasada semana en el Real de la Feria se trasladarán a los hogares de los ciudadanos aficionados a este tipo de música, a espera que vuelva a anunciar unos días dedicados al ocio y a la diversión de todos los afincados en esta ciudad.
Los trajes de faralaes, los de campero y otros atavíos típicos de este tiempo se guardarán en el armario hasta la próxima edición, puesto que lo que toca ahora es estudiar y trabajar en el día a día deseando que regrese este tiempo para volver a encontrarse con los amigos y conocidos y pasar unos días dedicados al baile, al cante, a las risas y a divertirse con ocasión de la conmemoración de la festividad de la Patrona de Melilla.