La incertidumbre sobre el fin del estado de alarma se desvanece en Melilla. Tras el 9 de mayo, la ciudad poco a poco comenzará a retomar su ritmo y su rutina, aunque se mantendrán vigentes algunas normas para contener el coronavirus.
Con el decaimiento del estado de alarma se suspende el confinamiento nocturno y el cierre perimetral. Aunque existía la posibilidad de que la Ciudad solicitara una ratificación judicial para mantenerlo, las autoridades de Salud Pública basándose en criterios sanitarios, han desistido de hacerlo. No obstante, sí elevará a la Justicia una medida para limitar la reuniones en ámbitos privados y públicos a un máximo de seis personas, así como el aforo en los centros de culto.
La situación epidemiológica en Melilla sigue siendo complicada con una tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días por encima de los 300 casos por cada 100.000 habitantes. Aunque los casos activos mantengan una tendencia descendente, los fallecidos recuerdan que el virus continúa haciendo daño y contagiando.
Con el fin del estado de alarma, Melilla volverá a las medidas de octubre. Seguirá siendo obligatorio el uso de la mascarilla, mantener la distancia social y la limpieza frecuente de las manos.
Con las últimas medidas, Salud Pública comenzó a flexibilizar algunas normas. Amplió el horario de la hostelería hasta las 21:00 horas así como de los establecimientos comerciales. Estos son dos sectores que han sufrido los embates de la pandemia, con limitaciones de horario y aforo durante meses.
La normalidad parece estar más cerca no solo por la flexibilización de las normas, sino por el avance en la campaña de vacunación que ha pisado el acelerados y cada vez se inmuniza a más melillenses.
A pesar del cansancio ciudadano producto de la pandemia, con la flexibilización de las normas se requerirá más responsabilidad de los melillenses en el cumplimiento de las medidas sanitarias para no dar pasos atrás. La vacunación es una herramienta importante pero tiene que, necesariamente, ir acompañada del respeto a las normas hasta llegar a la ansiada normalidad.