Dura derrota para el Melilla Sport Capital en su visita a Huesca por 81-70 ante el colista del grupo destinado a dirimir las posiciones de descenso de la Liga LEB Oro. Ni siquiera la baja de David Cubillán, referente anotador del Levitec Huesca, evitó un traspiés que deja en una situación preocupante a la entidad azulona. El plantel dirigido por Alejandro Alcoba llegó con el objetivo de escalar peldaños para acercarse a la salvación a costa de hundir a un conjunto que afrontó una de sus últimas oportunidades para mantener viva la esperanza. Sin embargo, la nave melillense naufragó en una segunda mitad del tercer cuarto para olvidar y que, a la postre, resultó clave en el resultado final.
Los primeros compases sirvieron para hacer la puesta de largo de dos quintetos con concepciones de juego muy diferentes. En el lado local, Óscar Lata apostó por un estilo muy dinámico. Dio preferencia al lanzamiento exterior, con Moore convertido en la primera opción para finalizar los ataques. En el aro contrario, el cuadro norteafricano encontró en Njegos Sikiras el referente sobre el que hacer orbitar su circulación de pelota. El interior bosnio se fajó en la pintura para hacer valer su envergadura frente a la defensa anfitriona.
En todo caso, los nervios hicieron mella en unos y otros, lo que les llevó a protagonizar un comienzo errático, sin dominador claro en el ritmo de juego ni en el marcador. Un triple de Mathieu Kamba colocó al Melilla en ventaja frente a un sistema defensivo en zona al que solo la movilidad de Alec Wintering fue capaz de dividir (11-12, min 7). El jugador congoleño lució fundamentos y recursos para convertirse en el líder de la escuadra visitante durante un primer cuarto muy igualado.
Rebasado el ecuador de la primera parte, la formación oscense encontró oro en la conexión con Vilà. El movimiento de pies del cinco local fue un enigma indescifrable para una batería de interiores con muchos problemas a la hora de completar el balance defensivo. Así llegaron las primeras diferencias de consideración en el luminoso (25-18, min. 12). Con MacKenzie a los mandos de la orquesta del Peñas Huesca, los jugadores dirigidos por Óscar Lata exhibieron mayor claridad de ideas en ataque. El menudo base canadiense hizo olvidar a Cubillán y fabricó un colchón de seis puntos en el que sus compañeros se manejaron con notable comodidad hasta las inmediaciones del túnel de vestuarios. Un margen más amplio por momentos y que solo un triple sobre la bocina por parte de Andris Misters redujo a la mitad (41-38).
El Melilla Sport Capital protagonizó un mejor regreso al parqué con Wintering y Kamba como foco ofensivo desde las posiciones exteriores. Un parcial de arranque de 2-6 sirvió para culminar la remontada después de una canasta por parte del veloz base de Carolina del Norte (43-44, min. 22). Suyas fueron las mejores acciones de un tercer cuarto para olvidar. El cuadro dirigido por Alejandro Alcoba fue de más a menos y muy pronto volvió a cortocircuitar ante la defensa en zona propuesta por el Levitec Huesca. Del otro lado, los muchachos preparados por Óscar Lata siguieron fieles al guion previsto: balones interiores a Vilà y mucho movimiento en la distancia de los tres puntos. Una idea que les ayudó a situar los nueve puntos de distancia con un triple desde ocho metros anotado por Parejo (57-48, min 28). La reacción del banquillo norteafricano no se retrasó ni un segundo ante la amenaza de bola de partido favorable al cuadro verdiblanco. Con dos bases sobre el parqué y Wintering amasando balón por toda la pista, se afrontó el reto de enjugar los once tantos de diferencia en el marcador. Una proeza que se quedó en débil intentona dado que los jugadores de casa manejaron con puño de hierro un final de partido en el que no cometieron ningún error. Todo lo contrario que un Melilla precipitado y errático que nunca fue capaz de demostrar su teórica superioridad. Así languideció el choque sobre el parqué oscense, ante el apagón de un conjunto que acabó zarandeado por un colista que celebró la festividad de San Jorge por todo lo alto.