La caseta mantiene la esencia y la carta gastronómica habitual durante las fiestas.
El adobo, pescaíto frito y los pinchitos que habitualmente los melillenses pueden disfrutar en el bar de Los Polillas a los pies de la muralla de Melilla La Vieja se traslada una semana al año para que los ciudadanos puedan degustar su carta gastronómica en el ambiente de la Feria de Melilla en la caseta que montan todos los años. El mismo éxito que ‘Los Polillas’ habitualmente tienen en su ubicación tradicional se tralada estos días de Feria a la plaza multifuncional de San Lorenzo donde los clientes saborean la particular cocina de Los Polillas.
Su propietario, Mustafa Hamed, explicó a ‘El Faro’ que los precios de la carta y menús son los mismos que en años anteriores y las bebidas son las que han rebajado sus precios para adaptarse a todos los bolsillos y como reclamo de clientes en vistas a la crisis económica que vive el país. Así, los melillenses que deseen hacer una parada gastronómica en la caseta de Los Polillas encontrarán un ambiente familiar pero también juvenil a tenor de la gran cantidad de jóvenes que paran en la caseta habitualmente.
Propuestas de mejora
No obstante, Mustafa recomienda a la organización de la Feria que dinamizen el recinto por las mañanas pues la Feria también se debe disfrutar a esas horas. Como propuesta, el propietario de Los Polillas apunta la instalación de lonas en el Real del recinto para combatir mejor las altas temperaturas y atraer a más ciudadanos y clientes a la Feria de Melilla por las mañanas que es cuando se registra una menor afluencia.