Melilla ha registrado la primera la muerte por coronavirus en este mes de abril, la número ochenta en la ciudad desde que se desencadenó la pandemia hace ya más de un año.
La situación epidemiológica de la ciudad sigue siendo preocupante, la incidencia cumulada de casos se mantiene por encima de los 400 y desde Europa ya asoma la cuarta ola de la pandemia. Mientras que en Melilla aún no hemos logrado superar la tercera ola de contagios, no hemos tenido ni una semana de descanso, se avecina una nueva que, además, coincidirá con el final de la Semana Santa.
Tras la fiestas, es más que probable que se sufra un importante repunte de los casos de covid-19. El aumento de la movilidad, pese a las advertencias de las autoridades sanitarias, y de las reuniones sociales hará que, tal y como sucedió después de la Navidad, se registre un alza de los contagios. Además, no olvidemos que el Ramadán está cerca, otra celebración durante la que si no se cumplen las medidas sanitarias se sumarán muchos más infectados.
En Melilla no se ve la luz al final del túnel, no levantamos cabeza y el horizonte que se presenta no es nada halagüeño. Demasiados ciudadanos no están cumpliendo con las normas, si no se entiende la diferencia de datos entre nuestra ciudad y otras zonas del territorio nacional donde si han podido relajar las medidas. También la administración tiene su responsabilidad. Si en otros lugares se logró detener el avance del virus, en nuestra ciudad, que además cuenta con una ventaja geográfica que minimiza la circulación del coronavirus, se deberían haber obtenido resultados similares, y no es el caso. Algo no ese está haciendo bien.
Por otro lado, el proceso de vacunación continúa a buen ritmo, y si no hay escasez de vacunas se podrá cumplir con los plazos estipulados para inmunizar a la mayor parte de la población en unos meses. Aún así, no podemos poner todas nuestras esperanzas en las vacunas. Mientras siga el proceso de vacunación seguimos estando en riesgo y es necesario que se sigan tomando medidas si queremos estar preparados para el presumible repunte de casos que se dará en las próximas semanas.