Hace dos veranos, los cortes fronterizos por parte de grupos de activistas marroquíes y en protesta, se decía, por las actuaciones de las fuerzas de seguridad españolas, ocasionaron grandes perjuicios a las poblaciones de Melilla y su entorno. Demostraron que a la autoridad marroquí le interesa esta tensión indirecta, que por consentida no dejaba de trascender de sus tintes pretendidamente oficiosos.
Este verano, tras una escalada de denuncias oficiales desde Marruecos por sucesos de versiones muy dispares según partan del Gobierno español o del marroquí, las protestas, los bloqueos y los cortes fronterizos amenazan con repetirse.
Ayer, el presidente Zapatero abogó por la información, la comunicación y el diálogo con nuestros vecinos como la mejor forma de solucionar los actuales desencuentros. Esperemos que su receta sea efectiva y que la diplomacia ayude a impedir que nuevos bloqueos en la frontera puedan repetirse.
Este verano, tras una escalada de denuncias oficiales desde Marruecos por sucesos de versiones muy dispares según partan del Gobierno español o del marroquí, las protestas, los bloqueos y los cortes fronterizos amenazan con repetirse.
Ayer, el presidente Zapatero abogó por la información, la comunicación y el diálogo con nuestros vecinos como la mejor forma de solucionar los actuales desencuentros. Esperemos que su receta sea efectiva y que la diplomacia ayude a impedir que nuevos bloqueos en la frontera puedan repetirse.