Melilla fue testigo de varios actos enmarcados en el día internacional de la violencia contra la mujer. Como todas las actividades que se han realizado a lo largo del 2020, ha sido más pequeña debido a la pandemia, pero deja en evidencia el pensamiento común de todos los sectores, para acabar con la lacra de la violencia machista.
Sillas vacías frente al Palacio de la Asamblea que representaban a cada una de las mujeres que han perdido la vida este año a manos de la violencia machista, pero son cientos en los últimos años.
Esta lucha necesita de todos. Unidos se actuará mejor, unidos siempre se conseguirán mejoras y, unidos, se hará presión y fuerza de mayor calado que se pueden ejercer cuando asuntos de tanta importancia se politizan. Siguen las pérdidas de mujeres, las muertes a manos de sus parejas o exparejas, en una sangría clarísima, en una opresión con la que no se acaba a pesar de los recursos invertidos.
Tanto la Ciudad como Delegación demostraron su convicción en la lucha contra la violencia de género. Una convicción que nace de una premisa y que se convierte en acciones que no hay que perder de vista.
De la coincidencia este tema por parte de las Administraciones, también debe surgir la organización de minutos de silencio conjuntos, en donde todos visibilicen su protesta contra una lacra que no termina, que deja cuantiosos dramas en el camino. La violencia de género, tan presente en nuestro país, también se da en Melilla, aunque con menor presentación de denuncias pero igual de visible, dañina y real. Hay que echar mano de todos los medios posibles para que las mujeres estén seguras y, sobre todo, se sientan protegidas. No se puede permitir que sigamos con asesinatos y atentados constantes.