Los tres primeros puestos recayeron en artistas foráneos, otorgándose una galardón especial de 400 euros y diploma al pintor melillense Antonio Navarro.
Fermín García Sevilla, natural de Ciudad Real se hizo en la noche de ayer con el primer premio del certamen de Pintura Rápida ‘Ciudad de Melilla’, valorado en 1.200 euros, mientras que el segundo lugar lo ocupó la gaditana Beatriz Cañete, que se hizo con 900 euros, siendo el tercer premio, dotado de 650 euros para el murciano Cristóbal Pérez.
El cuarto lugar fue para el sevillano Daniel Franca, que logró 500 euros, y el quinto premio, de 400 euros, fue asignado a Abraham Pinto, de Sevilla. El melillense Antonio Navarro, logró un premio de 400 euros y diploma acreditativo.
Más de 60 pintores provenientes de distintos puntos geográficos se desplazaron en la jornada de ayer a la Ciudad Autónoma para participar en la presente edición del certamen de Pintura Rápida ‘Ciudad de Melilla’.
Entre las provincias de las que los concursantes vinieron se hallan algunas como Alicante, Almería, Murcia, Málaga, Granada, Ceuta, Ciudad Real o Sevilla.
La actividad comenzó a primeras horas de la mañana ya que el sellado y firmado de los lienzos sobre los que tenían que trabajar los artistas se inició a las 9:00 horas de la mañana de ayer en las instalaciones del Real Club Marítimo, teniendo los interesados hasta las 11:00 horas para presentarse a recoger el material sobre el que plasmaron sus conocimientos y su arte.
La mayoría de los concursantes, entre los que se hallaron algunos que visitaron por primera vez la Ciudad Autónoma, coincidieron en el acierto por parte de la Consejería de Cultura de incentivar y fomentar esta modalidad de expresión artística a través de ayudas y de premios tendentes a difundir la riqueza de la pintura.
Otros concursantes que ya habían visitado Melilla con anterioridad y con motivo de este mismo certamen expusieron que la ciudad es “uno de los lugares con mayor riqueza pictórica de España”, y, tal y como matizó uno de los concursantes “para encontrarse con edificios como los que podemos ver en la Ciudad Autónoma, nos tendríamos que desplazar hasta las grandes e importantes urbes de España”.
En cuanto a la competitividad entre los participantes, los artistas explicaron que “había mucho nivel entre los concursantes dada la trayectoria de estos profesionales”, puesto que “muchos de nosotros nos conocemos y somos amigos, excepto cuando pintamos”, informó a ‘El Faro’ algún concursante.
Con referencia a la posibilidad de regresar a la Ciudad Autónoma para volver a participar en este concurso, todos los artistas explicaron que no sólo por el hecho de pintar en Melilla, sino también por las “condiciones y por el trato recibido por la organización”, volverían a participar en este tipo de evento.
Otra de las cuestiones que manifestaron es que recomendaron la participación en esta iniciativa a amigos y compañeros de profesión y que, tal y como afirmó una de las participantes, “el año que viene seguro que el concurso contará con más artistas por la información que han recibido muchos amigos míos”.
Así, en alusión a las anteriores ediciones de este evento, los concursantes destacaron que la organización de la actividad “ha ido mejorando diversos aspectos durante todos estos años, depurando y perfilando los detalles que en años anteriores no estaban muy bien, convirtiendo este concurso en uno de los más importantes a nivel nacional”.
No obstante, los artistas que ya han visitado la Ciudad Autónoma en otras ocasiones y que se han hecho amigos de otros participantes, manifestaron que el concurso no sólo está ideado para participar en un evento de índole cultural sino para “encontrarse, charlar y tomar algo con las amistades”, tomando, tal y como matizaron, un cariz de “mini encuentro entre pintores”, además de unas jornadas de convivencia que en otros certámenes de Pintura Rápida no se pueden celebrar debido a la prontitud y a la prisa con la que se despiden unos de otros hasta volverse a reencontrar, de pasada, en otra iniciativa de las mismas características.
Unos participantes destacaron, por su parte, el hecho de poder “pintar en la calle” que es otro de los incentivos que los artistas valoran a la hora de desempeñar su trabajo que se enmarca en un lugar tranquilo y que aún no se ha masificado como las grandes urbes que, a tenor de lo dicho por uno de los pintores, “tienen edificios de entre ocho y diez plantas”.
En otro orden de cosas, recordar que las obras seleccionadas por el jurado, entre las que se encuentran también las ganadoras de la presente edición del certamen de Pintura Rápida ‘Ciudad de Melilla’, podrán ser vistas por los melillenses hasta el próximo martes 10 de agosto en la Sala de Exposiciones del Real Club Marítimo. Los interesados en adquirir una de estas obras deberán ponerse en contacto con las azafatas del Club Marítimo.
Muchos pintores acuden por primera vez a la Ciudad Autónoma
De los 42 artistas que finalmente acudieron a Melilla para participar en el certamen de Pintura Rápida, una gran multitud ha venido por primera vez a la Ciudad Autónoma y, según comentaron los participantes a ‘El Faro’,”la ciudad es muy bonita, tranquila y acogedora”, insistiendo además que recomendarían a los compañeros de profesión y amigos esta “gran oportunidad” que les brinda la Ciudad para que puedan expresar sus conocimientos.
De la misma opinión son los concursantes que ya llevan desplazándose algunos años a Melilla para concursar.
Todos coincidían en que este concurso “llegará muy lejos, no sólo por la oportunidad de llevar a cabo un trabajo sino de ver otra ciudad que, de no contar con algún tipo de ayuda, no se podría desarrollar estas iniciativas”.