El Partido Popular de Melilla asegura que el Gobierno de la Ciudad y de España están “actuando mal, tarde y a golpe de impulso y de tuit”. Sofía Acedo, senadora del PP por Melilla, pide al Ejecutivo local escuchar las recomendaciones de los profesionales sanitarios para contener la pandemia.
Acedo recordó que el pasado 11 de septiembre el consejero de Economía y Políticas Sociales, Mohamed Mohand, quien tiene las competencias de Salud Pública planteó la posibilidad de solicitar el estado de alarma en la ciudad, para que le brindase un marco jurídico que le permitiese adoptar las medidas necesarias para la contención de la pandemia.
En esa oportunidad el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, según la diputada popular, desautorizó a Mohand y desde esa fecha hasta ahora, con contagios de coronavirus se han multiplicado por 10, “el hospital está saturado y la UCI al límite”.
En voz de Acedo, los populares se preguntan “¿dónde está el límite del Gobierno? Llevamos meses planteándoles medidas para controlar esta pandemia y hemos obtenido el portazo por respuesta”. La popular pide que atiendan las recomendaciones de los profesionales sanitarios que solicitan medidas urgentes desde hacer varios meses, “háganle caso a ellos, son los que saben, son los expertos, son los que están luchando contra esta pandemia en primera línea”.
De la misma forma, insta al Gobierno que traslade a la ciudadanía certidumbre, confianza, muestren empatía con la preocupación que sienten los melillenses ante la situación que se viene.
Medidas del SMM
El Sindicato Médico de Melilla exigió, este domingo por medio de un comunicado de prensa, la aplicación de medidas inmediatas para hacer frente a la pandemia y buscar doblegar la curva. Indican que “una vez colapsado el sistema sanitario melillense, que ya ha comenzado a derivar pacientes a centros peninsulares, observamos como los fallecidos empiezan a caer, uno tras otro, sin que eso determine cambios estratégicos, ni la aplicación de medidas efectivas, ya propuestas hace meses, mientras todos nos hacemos la pregunta ¿cuántos muertos es capaz de tolerar la sociedad melillense?”.
Una vez más el Sindicato Médico exige medidas como el cierre presencial de colegios e institutos, planteamiento que ya habían hecho el pasado 15 de septiembre. En un comunicado de prensa, explican que “la curva de incidencia acumulada COVID en nuestra ciudad, cambia de pendiente de forma clara a inicios de octubre de 2020, siendo la apertura escalonada en septiembre de los centros escolares, el único factor epidemiológico relacionado, al menos aparentemente”.
Hacen mención a las aglomeraciones que se producen en las entradas y salidas de los colegios, así como a las aulas en las que conviven por varias horas los estudiantes. Señalan que “a pesar de que los niños son en su mayoría asintomáticos, el número de positivos en todos los centros escolares crece como la espuma, en un escenario totalmente descontrolado, signo de que no se trata de una punta de iceberg”.
Continúan mencionando que “el peaje que estamos pagando es para nada, ya que los confinamientos, continuas falta de niños, bajas de profesores, etc, hace que la calidad de la educación presencial que se está ofreciendo a nuestros niños sea inferior a una educación online correctamente organizada”.
Además señalan que con la llegada del frío “y la coexistencia de otros procesos respiratorios añaden un factor de incertidumbre más, ya que la infección por COVID se puede sumar a otros procesos y esto puede tener un impacto considerable en la salud no sólo de adultos y ancianos, sino también en la de los niños, máxime teniendo en cuenta la limitada capacidad asistencial de nuestro sistema sanitario infantil. La infección por COVID es relativamente benigna en niños, pero no tanto la coinfección con otros microorganismos”.
Desde el Sindicato Médico insisten en el confinamiento domiciliario, salvo para actividades justificadas, y el confinamiento perimetral, exceptuándose para situaciones justificadas, con tests antigénicos fiables o PCR a todos los usuarios que entren en la ciudad, vía marítima o aérea.