Alega que la gestión de los campos dire ctamente por la Ciudad saldría mucho más cara. Francisco Robles también abordó ayer las críticas que genera el aumento considerable que en los últimos años ha hecho crecer en un trescientos por cien la cuantía del convenio entre la Ciudad Autónoma y la Federación Melillense de Fútbol.
Tras reconocer que de un montante anterior de 66.000 euros ha pasado a rondar los 340.000, el consejero justificó la espectacular subida en que “el fútbol no es el mismo ahora en la ciudad que hace cinco o seis años” y que, sobre todo, son más los campos de fútbol que gestiona la misma federación y que están al servicio de las actividades, competiciones y fomento del deporte base de Melilla.
En tal sentido, recordó que en aquel entonces la Federación ya contaba con la cesión del Campo de la Espiguera y que recibía 36.000 por la gestión del Campo del Tesorillo y 30.000 por la realización de pruebas deportivas.
“Posteriormente se unifican todas las instalaciones, se ponen a disposición de la Ciudad para programar actividades y además se crean dos instalaciones deportivas más, el campo de Cabrerizas y la Ciudad del Fútbol, que multiplican por tres o cuatro la necesidad de empleados para atender las instalaciones”.
Ventajas para la Ciudad
A lo anterior, añade Robles “un hecho incontestable”, y es que ,según sostiene, si la Ciudad Autónoma asumiera directamente “el mantenimiento de esos campos, el coste supondría mucho más de lo que se paga a la Federación para tal cometido con cargo al convenio. La Ciudad se ve favorecida con este sistema y eso se puede defender ante quien sea con argumentos objetivos”.
Asimismo, calificó de “falacia” que se impute a la atención y mantenimiento de esas instalaciones el montante total de convenio, porque “también incluye gastos inherentes al arbitraje, elaboración de actas y todo el trámite que conlleva un año deportivo de fútbol”.