MELILLA ya suma más de 400 casos activos de coronavirus. Un dato preocupante y se teme que los contagios aumenten, algo lógico en cuanto la movilidad se ha disparado. Por eso es importante, ahora más que nunca, el grado de responsabilidad de las familias. Los niños no pueden ir a clase si tienen síntomas vinculables con el Covid y las familias deben ser consecuentes y actuar con responsabilidad colaborando en evitar más casos y que la situación empeore. Es un curso difícil, complicado, pero un curso en el que los docentes están dándolo todo para que funcione. No se pueden perder los nervios porque los escolares tienen que intentar una normalidad y eso nos obliga a ser extremadamente celosos con todo lo que está sucediendo para que la situación no llegue a un extremo en el que la autoridad se vea obligada a suspender la asistencia a los centros, rompiendo con una rutina que, en el plano psicológico, es lo adecuado para todos. Habrá que ver la evolución de la curva y si los centros educativos de la ciudad resisten la ola de contagios que estamos registrando en nuestro territorio.