En el caso de contemplar igualmente una ampliación del techo competencial sin dejar de ser Ciudad Autónoma, el exvicepresidente del Gobierno ve clave un consenso.
El broche de oro del Curso de Verano sobre la ‘Constitución y la Democracia en España’ lo puso ayer el exvicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, en la última ponencia que versó sobre ‘La elaboración de la Constitución’. En la rueda de prensa previa a su intervención y a preguntas de los periodistas, Guerra afirmó no tener dudas de las posibilidades de Melilla para, a través de un cambio estatutario, ampliar su techo competencial tanto si se convierte en Comunidad Autónoma o mantiene la figura de Ciudad. Entendiendo además que la disposición transitoria quinta de la Constitución que contempla este hecho “no está anulada” siempre y cuando ese cambio que se pretende “respete el pacto –de las fuerzas políticas de la Asamblea conseguido en el 95– que sería exigible si quieren cambiar el estatuto”, dijo.
Guerra señaló que mucho se debatió en 1978 sobre “qué engarce constitucional tendrían Ceuta y Melilla”, señaló. Precisamente, al no llegar a “una decisión definitiva” se establecieron diversos mecanismos en las disposiciones transitorias para abrir el abanico de posibilidades que llevó a la consecución del Estatuto de Autonomía del año 95, según recordó. Así pues, dijo reconocer ese pacto al que llegó la Asamblea melillense ya que ha sido “una fórmula suficientemente satisfactoria para que Melilla desarrolle su capacidad competencial”.
“Todos cedimos”
Según explicó en su intervención, el éxito de la Constitución Española del 78 vino dado por el acuerdo y consenso de todas las sensibilidades políticas del momento y porque “se hizo una Constitución para todos, porque fue un pacto de la sociedad consigo misma, y porque todos renunciamos y cedimos”.
Ante el debate sobre la necesidad u oportunidad de reformar la Constitución la primera premisa que Guerra sostuvo como indispensable es el mantenimiento del pacto social con el que se elaboró.
Reforma constitucional
Si bien es cierto que “ya entonces y ahora –dijo– pienso que algunas previsiones no han sido suficientemente eficaces para evitar ciertas situaciones”. Tal es el caso, ejemplificó, del artículo 150.2 que determina la ampliación de competencias de una Comunidad a través de Ley Orgánica. “Fui muy contrario a ese artículo y se me argumentó que no se iba a utilizar pero sí se ha aplicado y se pretende volver a hacerlo”.
En los mismos términos se expresó en cuanto a la descentralización del poder pues ésta ha generado, según explicó, “una elite política que en muchas ocasiones sólo reafirma su propia capacidad política negando la capacidad del Estado” algo que está ocurriendo en algunas regiones.
Con la ponencia de Alfonso Guerra se puso punto y final a una intensa semana de conferencias a cargo de algunos de los principales protagonistas de la Transición. Unos ponentes que el Curso de Verano de Melilla ha conseguido reunir exitosamente, tal y como destacaron tanto los coordinadores del curso, Blas Jesús Imbroda y Juan Cano, como el director de los Cursos de Verano, Manuel Ruiz Morales, y la consejera de Cultura, Simi Chocrón.
Pérdida de confianza
En otro orden de asuntos y a preguntas de los periodistas, reconoció que en estos momentos “es evidente” que el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, “no tiene el mismo grado de confianza que antes” a causa, principalmente, de la agudización de la crisis económica que está atravesando el país y de cara a las próximas elecciones generales de 2012.