MELILLA padece sobrepoblación en las aulas. Es un mal endémico que llevamos arrastrando años. Somos la región con mayor numero de estudiantes por clase en Infantil, Primaria y ESO. Si en circunstancias normales estas cifras ya son un problema para el correcto funcionamiento del sistema educativo en la ciudad, tras desatarse la alarma sanitaria por coronavirus la situación se vuelve más preocupante. Educación ha decidido que el próximo curso escolar sea presencial, una medida que va orientada a mantener la calidad de la enseñanza. La ministra del ramo, Isabel Celaá aseguraba ayer mismo que “los beneficios de la escuela son muy superiores a los riesgos” y nadie duda de que la presencialidad es un componente importante para poder ofrecer una formación adecuada. El problema viene si este regreso a las aulas no se hace con la suficiente seguridad sanitaria. El pasado sábado, publicábamos en El Faro que los sindicatos de docentes consideran imposible que se respete la distancia de seguridad entre alumnos, debido a la masificación de las clases y las restricciones de espacio que tienen los centros educativos de la ciudad. En Melilla tenemos un hándicap importante a la hora de reformular como debe estructurarse esta vuelta al cole, condicionada por la pandemia, y hay dudas sobre las condiciones en las que van a estar los niños en los centros, Hoy, el director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel, dará los detalles de cómo va a organizarse el próximo curso. Habrá que ver si Melilla cuenta con los medios necesarios para adaptar la educación al momento de crisis sanitaria que atravesamos y si podemos ofrecer suficientes garantías a alumnos y personal docente.