Más de una treintena de trabajadores volvió a salir ayer a la calle en defensa de sus derechos.
Más de una treintena de trabajadores transfronterizos se volvieron a concentrar ayer ante la Delegación del Gobierno para reclamar la eliminación de las trabas burocráticas a la renovación de sus licencias de trabajo. También denunciaron el alto coste de las tasas (200 euros) para obtener esos permisos.
Como viene siendo habitual, el sindicato UGT ha apoyado la manifestación. El secretario general de su federación de Industria, Construcción y Agro en Melilla, Abdeslam Mohamed Anana, afirmó que muchos de los trabajadores no reciben el permiso después de haber pagado las tasas.
Anana también aseguró que a los trabajadores transfronterizos se les descuenta de su nómina un alto porcentaje que se les ha de devolver, pues luego no reciben subsidio de desempleo.
Anana exige que se agilicen y faciliten los permisos de trabajo, porque “no se puede estar esperando 7-8 meses para que les digan sí o no. Encima pagan un canon muy elevado, de 200 euros pese a llevar 20 años trabajando en Melilla”.