La iglesia del Sagrado Corazón acogió ayer una misa en recuerdo de las víctimas por la pandemia de coronavirus. La eucaristía oficiada por el vicario de Melilla, Eduardo Resa, sirvió así de homenaje a los miles de fallecidos, con un recuerdo especial a las dos víctimas mortales que se han registrado en nuestra ciudad.
La ceremonia, además de ser un tributo a la memoria de los muertos debe servirnos también como recordatorio del dolor que puede provocar la COVID-19. Con la llegada del desconfinamiento y la relajación de las restricciones a la movilidad, no podemos perder de vista la letalidad de este virus y del daño que puede generar.
Nos encontramos en una encrucijada en la lucha contra el coronavirus. El lunes, regresarán a Melilla aquellos que han viajado fuera este fin de semana, con el riesgo de contagio que supone. Cabe recordar que en Málaga, el principal destino de lo melillenses, se ha producido un rebrote de la enfermedad, por lo que debemos más responsables que nunca si queremos seguir manteniendo la dinámica positiva en nuestra ciudad. Llevamos varios días sin registrar ningún nuevo caso positivo y sólo dos personas están contagiadas, según los últimos datos facilitado por Ingesa.
Sigamos cumpliendo con las normas sanitarias y cuidemos de nosotros y de los que nos rodean. Melilla no puede permitirse que la COVID-19 vuelva a aparecer y es tarea de todos evitarlo.