Nace la Asociación Profesional del Evento Melillense (APE), que recoge a 20 empresas implicadas en los sectores de cultura y festejos cuyo objetivo es aunar fuerzas. Su presentación tuvo lugar ayer viernes en la sede de la CEME y a cargo de esta estuvieron el presidente de la APE, Pedro Guevara, y el vicepresidente, José Ramos. Fue este último quien tuvo la iniciativa de crear APE a mediados de marzo cuando fue consciente de la crisis económica que surgiría con motivo de la pandemia del coronavirus y que les iba a afectar gravemente.
“Teníamos que intentar reiventarnos y sobre todo asociarnos para poder sacar todos los proyectos para adelante”, explicó Guevara.
En esta línea, aseguró que el de ellos ha sido el sector más perjudicado por la pandemia del coronavirus y tienen dos peticiones urgentes: la primera es que se pague la deuda atrasada desde hace años, que está cifrada en 1 millón de euros, y la segunda es que arranquen cuanto antes las actividades del sector.
Ramos quiso recordar la importancia del tejido que se ha desarrollado en la ciudad durante alrededor de 20 años con una estructura propia.
Uno de los principales temores que tienen es que el tejido empresarial que se ha desarrollado durante dos décadas en la ciudad desaparezca y con ello haya que llamar a empresarios de la península, con los costes que eso conlleva.
Asegura que ya han presentado varios proyectos con sus propuestas sanitarias correspondientes y que aún existiendo un riesgo de rebrote, que “no podemos seguir viviendo con ese miedo”, declaró Guevara.
Por lo tanto insistieron en empezar a trabajar cuanto antes y para estas dos peticiones contaron que se han estado reuniéndose con la consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, y que incluso ha contactado con la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, quien les expresó que tienen la voluntad de pagar dichas facturas “lo antes posible”. La deuda mencionada anteriormente es de la Consejería de Cultura y Festejos y Guevara declaró que tienen el apoyo de la consejera, pero que necesitan comenzar con las actividades. Uno de los impedimentos para ponerse en marcha señalaron que era que el cargo director general en Cultura no estaba ocupado.
Ramos remarcó que fueron los primeros en cerrar al decretarse el estado de alarma y que van a ser los últimos en abrir. Por ello pide que se invierta en ellos, porque no son un gasto, sino inversión en la estructura del sector en la ciudad.
Ellos aseguran que ya están listos para una nueva normalidad adaptada a la realidad sanitaria, detalles que se conocerán más adelante.