Melilla entrará en la fase 3 de la desescalada. Tal y como informó ayer el responsable del área de Salud Pública de la CAM, Mohamed Mohand, los buenos datos epidemiológicos de la ciudad, los mejores del territorio nacional, permiten pasar al siguiente escalón con la suficiente seguridad para seguir avanzando hacía la llamada ‘nueva normalidad’.
La epidemia de coronavirus ha tenido en Melilla una incidencia menor que en otras zonas del país y se ha logrado contener la expansión del virus de una manera eficaz.
Los datos avalan que se ha realizado un buen trabajo por parte de las autoridades locales pero el final de las medidas que durante estos meses nos han protegido del virus será un punto de inflexión en esta batalla contra el COVID-19 que aún no hemos ganado.
Los resultados de la encuesta de seroprevalencia muestran que una parte muy pequeña de la población se ha inmunizado al coronavirus, por lo que no contaremos con la ventaja de la inmunidad de rebaño una vez que volvamos retomar la normalidad de nuestras relaciones. Una vez que se decida abandonar la última etapa de la desescalada debemos ser muy conscientes de que esto no ha terminado. El confinamiento de estos meses ha servido para reforzar nuestro sistema sanitario y evitar su colapso, así como para poder poner cerco al virus y controlar mejor aquellos focos que pudieran producirse, pero no hemos acabado con la enfermedad. Mientras no exista una vacuna, el COVID-19 sigue siendo un peligro mortal. Debemos mantener las costumbres de higiene sanitaria que hemos adoptado durante este tiempo o seremos terreno abonado para un rebrote del virus.