El consejero de Políticas Sociales, Mohamed Mohamed Mohand, ha informado de que los melillenses que recogieron las mascarillas distribuidas de forma gratuita en las farmacias no deben tener miedo porque son mascarillas quirúrgicas que cumplen con la normativa de seguridad.
Este material fue distribuido por la Ciudad para las personas mayores y con patologías con el objetivo de que contaran con mascarillas en unos momentos en el que el precio era elevado y no había suficientes.
Mohamed Mohand ha subrayado que fueron 100.000 las mascarillas repartidas por las 25 farmacias que participaron en este proyecto. De hecho, ha agradecido en más de una ocasión la implicación del Colegio de Farmacéuticos porque incluso llegaron a poner un programa para controlar que se expedían dos mascarillas a la semana para estas personas de colectivos especiales y que no hubiera problemas.
El consejero de Políticas Sociales dice que nada tienen que ver éstas con las que se han tenido que retirar por parte de la Ciudad debido a que no cumplen con la seguridad requerida. Las mascarilla retiradas eran unas FPP2. Ha reconocido que se han repartido en Policía Nacional, Protección Civil y en Bomberos, pero que ya han sido devueltas al distribuidor porque se ha detectado que no protegían lo suficiente.
La Ciudad informó el pasado miércoles de que se había ordenado la retirada inmediata de las mascarillas de protección Butterfly Type FFP2/KN95 modelo MY002 que fueron adquiridas como material de acopio para hacer frente a la pandemia del COVID-19.
La decisión fue tomada como consecuencia de la alerta emitida por el Ministerio de Trabajo y Economía Social al detectar que dicho material no reúne los criterios mínimos de protección requeridos, tras la realización de los preceptivos ensayos, según se informó en una nota de prensa.
Las mascarillas fueron adquiridas por la Ciudad con anterioridad a la entrada en vigor de dicha alerta. Su recepción en Melilla se produjo también antes de la existencia de la alerta. Una vez retiradas, serán devueltas al proveedor para su destrucción y reintegro inmediato, a lo que ya se ha comprometido con la Ciudad.
La comunicación sobre esta alerta se produjo el miércoles por parte de la dirección general de Salud Pública y Consumo. Esta incidencia se enmarca en una situación que lamentablemente también ha acontecido en otras comunidades autónomas y países de la Unión Europea, y que en el caso de Melilla coincide también con la detención en el día de ayer de un empresario que presuntamente distribuía mascarillas de este tipo incluidas en el Registro de Alertas de Consumo.
Tras la comunicación de Salud Pública, la Ciudad procedió a la inmovilización de la mayor parte de estas mascarillas que se encontraban en acopio en la propia dirección general, así como a la recuperación de una mínima cantidad que había sido entregada a algunas dependencias municipales, también con anterioridad a la entrada en vigor de la alerta.
En ningún caso las referidas mascarillas han sido distribuidas a personal sanitario o sociosanitario dado que las mismas están destinadas a consumo general.