Desde la dirección técnica de la Federación Melillense de Baloncesto me piden que hable de la 2ª Copa del Príncipe de Asturias obtenida por el Melilla Baloncesto, allá por la temporada 2000-2001.
Antes de hablar de ¿cómo conseguimos ganar esa copa?, voy hacer una pequeña introducción de la situación del equipo en aquellos momentos.
Jugábamos la final contra el “Minorisa Manresa” de Salva Maldonado, a este partido llegamos con las bajas de Javier Hierro, Abdul Fox y Manolo Pérez ,disponíamos sólo de ocho jugadores para poder disputar esta copa del Príncipe; ellos tenían diez jugadores de un nivel impresionante.
Manresa, eran los 2º clasificados con 15 victorias, venían con jugadores que disputaron esa final como Andrés Nocioni (22), Jordi Singla(19), Alex Burgos (19), Ron Rutland (12), Ferrán Laviña(6), Marvin Alexander (5), Alexis Montas (4), Francés Sabaté (2), Valentín Holgado (0) y Carles Ruf (0), nosotros éramos los 15º clasificados con 6 partidos ganados y jugamos esa final con jugadores como Washingthon (28), Iker Urreizti (19), Ezugwu (11), Alberto Alzamora (18), Jakie Espinosa (11) y 5 tapones, Carlos Gil (1), Adolfo Sada (0) y Pepe Torrubia (0).
Recordad que veníamos de ganar la semifinal a León, primer clasificado, después de una prórroga con 8 jugadores, y que nuestra única arma a favor era nuestro público, que en definitiva fueron los que nos llevaron en volandas para ganar dicha copa en Melilla.
Manresa terminó con el mismo número de balones perdidos que recuperados, nosotros con -4, terminaron con un 72% en tiros de dos, nosotros con un 64%, terminaron con un 38% en tiros de tres, nosotros un 26 %, terminaron con un 81% en tiros libres y nosotros con un 70%.
¿Qué pasó para ganar esa final? Pues que el plan de partido salió a la perfección.
En ese partido dominamos el rebote y fuimos capaces de provocar 27 faltas personales y a jugadores como Valentín Holgado (38% en T3) y Ferrán Laviña (40% en T3) los dejamos sin anotar ningún triple.
Una de las claves del triunfo fueron nuestra zona press 1-2-1-1 (después de tiro libre) y nuestra zona 2-1-2 “mutch up point”.
Esta última se la vi por primera vez a Mario Pesquera, en una disposición inicial de 1-3-1 en la época de Caja de Ronda en Málaga, nosotros la adaptamos a la 2-1-2, que es la que a continuación voy a pasar a detallar.
ZONA “MUTCH UP POINT” 2-1-2. CON CUATRO JUGADORES QUE PODÍAN JUGAR DE “4”
Disposición general habitual de los jugadores en este tipo de zona. Un base, un escolta, un alero, un ala pívot y un pivot.
Nuestra disposición en la final. Un base y cuatro “cuatros”.
Base Iker Urreizti (1,78 cm), en la posición de escolta Derrell Washington (1,98 cm) que era un tres que podía subir el balón jugar de “2” y de “4”, en la posición de “3” Jakie Espinosa (1,96 cm) que podía hacer el “4” perfectamente, en la posición de “4” Alberto Alzamora (2,01 cm) que realmente era su posición ideal (fue nombrado MVP de la copa) y en la posición de “5” Peter Ezugwu (2,05 cm) que en LEB era otro “4” pero que en ligas menores podía hacer el “5”.
La idea de esta zona era que el balón circulara con mucha facilidad y que el equipo rival se sintiera muy cómodo en el pase y el jugador que tuviera el balón siempre estuviera defendido. Pensad que cada pase consume un segundo en ataque y esto en principio favorece a la defensa y por otro lado a los entrenadores les gusta mucho que el balón circule por la zona para buscar la mejor opción de tiro.
Con la zona press que hacíamos, después de tiro libre, consumían a veces aproximadamente entre 7 ó 8 segundos de posesión, antes de pasar al medio campo. Recordad que en esa temporada la regla era de 10” y ya disponían de aproximadamente 15 ó 16 segundos para hacer un tiro.
- 1ª REGLA. BALÓN SIEMPRE PRESIONADO, independientemente donde esté el jugador con balón, nos da igual que esté a 6 ó 9 metros del aro.
El dibujo sería un jugador en individual, muy agresivo, y los otros cuatro jugadores en zona (BOX) de tal manera que haríamos siempre caja y uno con el jugador que tiene el balón (BOX AND ONE). La idea era hacer caja y uno a todos los jugadores que tuvieran el balón.
Muy importante, mientras el jugador está en individual, muy agresivo, el resto estará hablando dentro de la caja (BOX) con los brazos abiertos para evitar en todo momento un pase interior.
- 2ª REGLA. CON EL BALÓN EN EL AIRE VUELVO A LA CAJA y el compañero más cercano salta al balón y presiona el 1x1 muy agresivo (otra vez caja y uno pero con otro jugador).
- 3ª REGLA. NUESTRO JUGADOR EN LA POSICIÓN DE “5” SIEMPRE TENDRÁ QUE ESTAR COLOCADO ENTRE EL BALÓN Y EL ARO, CON LOS BRAZOS ACTIVOS.
Este jugador deberá ser rápido en los desplazamientos laterales, con gran capacidad de salto y taponador (Peter Ezugwu).
- 4º REGLA. ZONA DE DESPLAZAMIENTO DE NUESTRO JUGADOR EN LA POSICIÓN DE “5”. Nuestro jugador en esa posición deberá de aprender que sus desplazamientos serán siempre fuera de la “botella”, salvo que el balón vaya al tiro libre que defenderá dentro y no deberá jugar en la posición habitual que lo hacen todos los “5“ en las típicas zonas 2-1-2.
- 5ª REGLA. NO EXISTEN AYUDAS LATERALES, el responsable de hacer esa ayuda será nuestro jugador situado en la posición de “5”, nunca habrá una ayuda lateral.
CONCLUSIONES
Nos colocamos en zonas a partir del minuto 8, es decir estuvimos defendiendo en esta situación táctica 32 minutos, conseguimos 16 rebotes con esa zona, taponamos 5 veces y conseguimos recuperar durante el partido 11 balones.
Todo ello hizo que consiguiéramos canastas muy fáciles de contraataque (llegamos hasta +15) y pudimos llegar a falta de 2 minutos 10 arriba, que eso en definitiva nos dio el partido.
Por otro lado, con la disposición de nuestra zona con cuatro “cuatros” conseguimos que sólo nos cogieran 4 rebotes ofensivos, nosotros sin embargo conseguimos 12 en ataque (recordad que salvo nuestro base, todos los demás tenían una gran capacidad reboteadora). Otra de las claves de ese partido estuvo en la de veces que fuimos al tiro libre, un total de 31 y la de los 28 rebotes que conseguimos en el partido (Manresa se quedó en 18). Las rotaciones nos la dieron en la posición de escolta Adolfo Sada (12`), en la del base Carlos Gil (3´) y en la del pívot Pepe Torrubia (1´), es decir que volvimos a jugar prácticamente con 6 jugadores.
No quisiera acabar el artículo sin nombrar y recordar a mi cuadro técnico de aquella final: Preparador Físico Miguel Martínez, Delegado de Equipo David Aserraf, Fisioterapeuta Sabela Rey, Médicos Luis Morandeira, Luis Segura y Corbacho, y al Masajista Hassan.