Mohamed Al-Lal Mohand (27 de noviembre de 1979) Este maestro indica que tiene dos hijos. Es responsable de la Federación de Enseñanza de UGT en Melilla. En cuanto a su filosofía de vida, asegura que tanto para lo profesional como para lo personal: honestidad y sacrificio.
–¿Cómo se describiría a nivel personal?
–Soy una persona bastante normal y sencilla. Amigo de mis amigos.
–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
–No soy muy exigente con mi vestimenta. Con una camisa y un vaquero siempre voy cómodo.
–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?
–No. Nunca he sido dado ni a joyas ni a ningún otro tipo de complementos.
–Expresión melillense que más use o que le llame la atención
–“Ir a la peni”, por la reacción que provoca en los que no son de Melilla.
–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.
–Melilla La Vieja. Me parece un lugar que, por sus murallas, la historia que encierra y las fantásticas vistas, provoca sentimientos y sugiere pensamientos de tranquilidad y sosiego.
–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?
– ‘Cien años de soledad’. Lo leí por primera vez muy joven, por un trabajo escolar, y ya me encandiló. Pero su relectura años después me confirmó en la idea de que es, sin duda, una de las grandes obras de la literatura en español. ‘Las lágrimas de Isis’, de Antonio Cabanas fue el último que pude leer hace unas semanas.
–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?
–Aunque soy muy amante del cine, la realidad es que las series se han mostrado una alternativa más “asequible”, pues por la duración de sus capítulos, es más fácil ver alguno de ellos, sobre todo, las relacionadas con hechos históricos o de suspense. Pero, como muchos, me gusta ‘Juego de tronos’.
–Mi tiempo libre lo dedico a...
–No tengo ninguna actividad o hobby particular. Principalmente estar con mi familia y amigos.
–Un recuerdo de la infancia.
–Las tardes de juegos en la calle con amigos. Algo que cada vez vemos menos en nuestros niños, una pena...
–Un juguete.
–De niño me fascinaban los ‘yoyos’. Aunque nunca fui muy diestro, sí me gustaba practicar algunos trucos.
–Su fiesta favorita.
–La Nochevieja. Además, en una ciudad como Melilla, es particularmente significativo ver cómo personas de todos los credos y creencias participamos de una misma festividad.
–¿Cocina? ¿Se le da bien?
–En absoluto. Es una de las cosas que me gustaría aprender a hacer mejor. Pero la verdad es que la falta de tiempo.
–No puede resistirse a un plato de...
–Pasta. Casi de cualquier tipo y forma cocinada.
–¿Qué tarea del hogar no soporta?
–Planchar. La verdad es que espero con ansia que, en estos tiempos de revolución tecnológica, tengamos pronto en todos los hogares algún electrodoméstico que nos libre de esta tarea.
–¿Personaje histórico que le llame la atención?
–Muchos, pero, sobre todo, aquellos valientes que se lanzaban a lo desconocido para descubrir nuevas tierras y lugares: Colón, Magallanes, Alí Bey, el doctor Livingstone, etc...
–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?
–A la época egipcia. Me fascina.
–¿Viajaría al futuro?
–Sí, pero sólo si pudiera volver después.
–¿Es supersticioso?
–Para nada. No creo en nada de eso.
–¿Se arrepiente de algo?
–Creo que se trata de aprender y no repetir errores.
–¿Cuál es su principal miedo?
–Honestamente, sólo a aquello en lo que, como personas, podemos actuar, es decir, en aquellos actos propios de los que podemos arrepentirnos. Todo lo demás, aunque no me es indiferente, lo asumo como algo inevitable a lo que hay que resignarse.
–Algo que deteste de usted mismo.
–Quizá la excesiva preocupación por aspectos profesionales o personales, aún a sabiendas, por la experiencia, que tienden a resolverse.
–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.
–Cualquier playa paradisíaca.
–Si le tocara la lotería…
–Como se suele decir, taparía muchos agujeros.
–Un chiste.
–-”Según su currículum, conoce 20 idiomas”.
- Así es, señor.
- ¿Y cuál habla mejor?
- Hablar, hablar, ninguno. Pero sé que existen.