El presidente autonómico apunta a diversas actuaciones para finiquitar las obras en Horcas Coloradas, como la creación de una plaza o varios espigones.
Una semana después de su inauguración, la playa de Horcas Coloradas sigue dando de que hablar, pues son muchas las voces del Gobierno melillense las que aseguran que se trata de una obra inacabada. Ayer fue el presidente del Ejecutivo local, Juan José Imbroda, el que se pronunció al respecto, no sólo sobre esta cuestión, sino acerca de la “mala imagen” que ofrece el vertedero de residuos sólidos en uno de los extremos de la playa.
Así, en declaraciones a la Cadena Ser, la máxima autoridad local apuntó a que “habrá que tapar de alguna manera” la imagen del vertedero, siendo la plantación de especies vegetales a su alrededor una de las opciones que baraja la Administración autonómica.
Además, el presidente señaló que en breve retomarán las conversaciones con el Ministerio de Defensa para solucionar el problema de la zona de seguridad militar que existe en uno de los extremos del litoral, y que limita la longitud de la playa a 400 metros, cuando en el plan original se contemplaba que podía llegar al kilómetro de largo.
Al hilo de su intervención en la Cadena Ser, subrayó otras actuaciones que estudia su equipo de Gobierno para la zona, como la de construir espigones con el fin de evitar pérdidas de arena con los temporales de levante, ya que la playa no tiene protección natural alguna y está abierta al mar.
Por otro lado, destacó que con los vertidos de sólidos inertes que se realizan desde el vertedero se podrá crear una nueva zona dentro de “unos cinco o seis años aproximadamente”, cuando se alcancen los 10.000 metros cuadrados de extensión.
De momento no hay nada en firme sobre el futuro de esta extensión, aunque Imbroda apuntó a la posibilidad de crear aparcamientos o una plaza multiusos. En cualquier caso, parece que la opción que finalmente se elija vendrá a optimizar las infraestructuras de Horcas Coloradas.
“Hay que recordar que el proyecto para mejorar esta parte del litoral melillense fue una idea de la Ciudad Autónoma, y que ha sufrido muchas modificaciones con el paso de los años”, afirmó el presidente, “siempre ha sido un objetivo prioritario el que los melillenses puedan disfrutar de esta zona, creemos que los terrenos tienen más posibilidades, así que intentaremos mejorarlos con el paso de los años”.
Implantación de servicios
Otras de las carencias que por el momento presenta la nueva la playa es el de los servicios básicos, cuya implantación corresponde al área de Medio Ambiente de la Administración autonómica. Imbroda manifestó que, efectivamente, su equipo de Gobierno se hará cargo de tal aspecto en el menor tiempo posible. Además, recordó que el pasado fin de semana comenzaron a operar los servicios de socorrismo, tanto en Horcas Coloradas, como en la playa de la Alcazaba.
Por tanto, restaría la instalación de áreas de aseo, una depuradora e iluminación, actuaciones que se harán efectivas en el menor tiempo posible para mejorar el aspecto de la playa.