Ayer se vivió el primer día de restricciones al movimiento de personas, tras el anuncio este sábado por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de las medidas implantadas para paliar los efectos del coronavirus.
Fue la primera jornada de un hecho histórico, el Día 1 de un estado de alarma que durará 15 días y que afectará seriamente a nuestra vida cotidiana y tendrá graves repercusiones en la economía del país.
La tónica general de la jornada, tanto en Melilla como en el resto de España, fue de tranquilidad. La mayor parte de los ciudadanos respetaron las indicaciones del Ejecutivo central y permanecieron en sus casas, excepto por casos de fuerza mayor. Sin embargo, si hubo un reducido grupo de personas que por desconocimiento o por inconsciencia hicieron caso omiso a las órdenes y decidieron salir a la calle.
La clave del éxito de las medidas adoptadas por el Gobierno es que todos las cumplamos. Se trata de evitar que el virus siga contagiando y para ello es importante que todos sean consciente de la gravedad de la situación en la que nos encontramos. Además, aquellos que no cumplan con la norma no solo se están poniendo ellos mismos en riesgo sino que están jugando con la salud de sus familiares y vecinos.
Todos debemos ser responsables y no jugar con algo tan valioso como la vida, que es lo que desgraciadamente nos estamos jugando.