La Guardia Civil intervino 7,5 kilos de hachís que llevaban dos pasajeros que pretendían coger el barco y el avión con destino a la península, y que fueron interceptados en el control de seguridad previo al embarque.
Estas dos actuaciones contra el narcotráfico tuvieron lugar el mismo día, el 4 de marzo, y ambos pasajeros fueron detenidos como presuntos autores de delitos contra la salud pública.
La primera de ellas tuvo lugar en el puerto de Melilla, donde la actitud de uno de los pasajeros que iba a embarcar esa tarde con destino a Almería llamó la atención de los guardias civiles que prestaban servicio en la zona de embarque de la estación marítima.
Tras el cacheo superficial, los agentes de servicio pudieron comprobar que bajo los pantalones que vestía, el pasajero llevaba adosados paquetes envueltos con vendas que contenían 146 bellotas de hachís, con un peso total superior a un kilogramo y medio.
La Guardia Civil detuvo a este individuo, un marroquí de 22 años y residente en Melilla, que ha pasado a disposición judicial.
La segunda actuación tuvo lugar en el aeropuerto, en cuyo control de seguridad, el servicio de seguridad privada que realizaba el control de equipajes con escáner apreció cierta irregularidad en una mochila.
La Guardia Civil procedió a su apertura en presencia de su propietario, localizando entre los enseres personales de 60 pastillas de hachís.
El instituto armado detuvo al pasajero, un español de 39 años, natural y vecino de una localidad de Huelva y con antecedentes por un delito de la misma naturaleza y otros contra el orden público.
Así se evitó la puesta en circulación de más de 25.000 dosis de este tipo de estupefacientes.