El coordinador de UPyD en Melilla demanda que sea “flexible, con parados de corta duración” y que se elimine el despilfarro.
El coordinador de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en Melilla, Emilio Guerra, comoentó ante las próximas medidas que el ejecutivo de Rodríguez Zapatero adoptará para reformar el mercado laboral, desde Unión, Progreso y Democracia, se considera que “llegan tarde y mal”.
Guerra considera que debe romperse la “rigidez del sistema”, y que las propuestas vayan encaminadas hacia “una reforma integral del mercado de trabajo, que impulse el cambio de modelo y permita el aumento de la productividad, a la vez de proporcionar una mayor seguridad a los trabajadores”.
Las medidas de ajuste del Gobierno, fueron calificadas recientemente por la portavoz y diputada Rosa Díez, como de “insolidarias e injustas”, y que incluso podrían llegar a ser “discriminatorias”. UPyD cree que pedir mayor flexibilidad, no implica facilidad de despido y contratación, sino “arbitrar mecanismos para que se conserven la mayor cantidad posible de puestos de trabajo bajo cualquier circunstancia económica”.
Según el dirigente local UPyD, se trata de “incentivar políticas activas de empleo y tener parados de corta duración. En el poco trabajo existente, abundó el upedista, la tasa de temporalidad es altísima, llegó a ser del 33 por ciento –y ha caído hasta el 25 por cien, porque casi todos los despedidos han sido trabajadores temporales–.
La elevada temporalidad “afecta especialmente a los grupos más débiles”, señaló, entre los que citoa a los jóvenes menores de 29 años –47 por ciento de temporalidad en 2009–, los inmigrantes –52 por ciento– y las mujeres –30–.
Para finalizar, Guerra comentó que no sólo precisamos de una buena reforma laboral. “Con eso, no arreglamos el asunto” y enunció cuatro cuestiones que a su juicio son fundamentales. Por un lado “la deuda y el pago de sus elevados intereses; la pérdida de credibilidad y confianza de nuestras instituciones en el exterior, la sangrante corrupción política que impregna este país de norte a sur, y el despilfarro impune de las comunidades, ciudades autónomas y ayuntamientos”.