La alta ratio en los centros educativos de la ciudad es uno de los problemas que se mantienen con el paso de los años. Las aulas siguen con más niños de los que deberían haber. La falta de espacios, de centros educativos y de docentes son parte importante de este problema. Por ello, el anuncio de que la Ciudad ceda a Educación tres solares para la construcción de nuevos centros educativos y se evalúa una cuarta parcela es una buena noticia; pero también abre el compás de tiempo para saber cuándo se podrían materializar las nuevas edificaciones. No es una tarea fácil, ahora queda el trabajo de analizar las necesidades reales de Melilla, realizar los proyectos y buscar la financiación. El lapso de tiempo para que se construyan los nuevos colegios pueden ser muy largos. Pero con la realidad local, la edificación de planteles debería ser una prioridad. El futuro de cualquier sociedad se basa en la educación, por lo que debe ser de calidad, la mejor, para así garantizarse una generación preparada y capacitada para enfrentar los retos que están por venir. La educación es sinónimo de progreso. Más docentes, más centros educativos y más capacitación son parte de las necesidades locales. Queda ponerse manos a la obra para lograr un cambio en la educación, que sea un salto de calidad y que se perciba no solo en las estadísticas, sino en el día a día, en los niños, jóvenes y adultos melillenses.