MELILLA ha sido la región de España con el mayor descenso del paro este pasado enero. Según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, el desempleo ha bajado un 3,06 por ciento en la ciudad, hasta situarse en los 9.332 parados. Esto supone que 295 personas han encontrado trabajo a lo largo del último mes, en contraposición a la tendencia nacional. En el conjunto del país, el mercado laboral ha sufrido el peor enero desde que finalizó la crisis y se han destruido más de 90.000 empleos. Respecto a como estaba Melilla hace un año, los datos no son tan halagüeños. Se han perdido 956 empleos respecto al mismo periodo de 2019, lo que indica que nos encontramos en un periodo de desaceleración de la economía y de contracción del mercado laboral. La puesta en marcha de los planes de empleo ha servido para maquillar un dato que habría sido negativo, en consonancia con la inercia a nivel nacional, y que ha servido, de momento, para salvar los muebles. Ahora, la Administración no puede dormirse en los laureles y es preciso que las políticas de empleo continúen a toda máquina. El desempleo es un mal casi endémico en la ciudad y es necesario poner todos los recursos necesarios para que los desempleados, en especial jóvenes y mujeres, puedan encontrar una salida laboral que permita a Melilla abandonar el vagón de cola del empleo, que es en el que históricamente se encuentra y que se ha convertido en el principal lastre para el desarrollo de la ciudad.