El paro, que se celebró en todo el territorio nacional, congeló el servicio en Melilla, ya que al parecer la empresa no estableció mínimos para paliar la protesta.
Los trabajadores de Correos cumplieron en la jornada de ayer con la amenaza que le presentaron a la Administración del Estado el pasado mes de marzo, ya que celebraron una huelga en el sector que fue apoyada en todo el territorio nacional. Melilla no fue una excepción, ya que además del paro, se secundó la iniciativa con una protesta a las puertas de la sede de la empresa, en la calle Pablo Vallescá.
De este modo, unos minutos después de dar las 8:00 horas, fueron congregándose los primeros manifestantes, convocados por CCOO, CGT y CSI – CSIF, y cuyo número no superó las 20 personas. Durante la concentración, que se desarrolló sin incidentes por espacio de 90 minutos, el delegado del área por parte de CCOO, Francisco Veira, recordó las exigencias que las formaciones sindicales plantean al Gobierno, entre las que destaca la petición de la asignación por Decreto Ley de servicio exclusivo durante un plazo de 15 años, medida similar a la que se ha tomado en países de la Unión Europea como Francia.
También se exigió una “correcta regularización” de la competencia, ya que entienden que Correos tiene “muchas más limitaciones” que una empresa privada. Y es que para asumir las competencias del servicio durante tres lustros, los trabajadores consideran que es necesaria una inversión de 242 millones de euros anuales por parte del Ministerio de Fomento para que Correos pueda sobrevivir a nivel estatal.
Según CCOO, sólo éste año se prevé que la empresa tendrá un déficit de 64 millones de euros y que durante el 2011 que viene ascenderá a los 150. Todo ello provoca “un recorte de los puestos de trabajo y la bajada en la calidad del servicio”, por lo que se demanda enérgicamente al Gobierno que tome cartas en el asunto. En Melilla, la plantilla ya se ha visto reducida en los últimos meses de 100 a 85 personas.
Paro total del servicio
En la ciudad, la huelga afectó al servicio durante toda la jornada, ya que fuentes sindicales apuntaron que la empresa no estableció los mínimos requeridos para que su actividad se desarrollara sin problemas. Un hecho que entronca directamente con otra queja de los trabajadores en Melilla; la falta de infraestructuras en el sector, tanto locales como vehículos, para ejecutar su labor con normalidad.
Por último, recordaron otras peticiones secundarias pero no por ellos menos importantes, como que se establezca un sistema de promoción interna como “incentivo” a los trabajadores, el cobro de complementos o un plan de viabilidad para la mejora de equipamiento.
Nuevo local
Tampoco son nuevas las quejas de los sindicatos sobre la nueva sede que tendrá la empresa, situada en el barrio del Industrial, ya que consideran que el inmueble no es el apropiado para desarrollar su labor, principalmente por sus dimensiones, pues afirman “que ni siquiera cabrán los 85 trabajadores que Correos tiene en la actualidad”.