El Club Baloncesto Melilla estiró su racha triunfal con cuatro triunfos en los últimos cinco encuentros disputados. Al equipo dirigido por Alejandro Alcoba le bastó con ocho minutos estelares para dejar el choque visto para sentencia ante un Tau Castelló que nada tuvo que ver con el equipo sólido de inicio de temporada. El 81-91 fue un golpe de autoridad que viene unido a los refuerzos que permitirán a los departamentales pelear contra los más grandes de la categoría. Muestra de ello dio ya ayer Bulic, sin duda un buen adelanto de Reyes para el entrenador visitante.
Dos minutos duró la alegría local en el Pabelló Municipal Ciutat de Castelló. Dos canastas de Van Zegeren y Puerto que sirvieron para despertar a Agada y Sidibé (5-0, min.2). Canadiense y marfileño volvieron a erigirse como una pareja letal dentro y fuera de la pintura para romper cualquier atisbo de sorpresa en la capital mediterránea. El quinteto departamental firmó un extraordinario 0-19 de parcial y dejó a su rival sin encestar durante ocho minutos (5-19). A la fiesta del primer cuarto se incorporaron Matulionis y Misters para completar uno de los mejores primeros cuartos de lo que va de la presente temporada.
El conjunto visitante exhibió su excelente estado de forma con un gran nivel defensivo unido a la buena circulación de balón en ataque. Canasta a canasta, abría brecha en el marcador frente al equipo dirigido por Toni Ten, desarbolado ante la intensidad física y el buen hacer de los jugadores de Melilla (27-42, min. 14). Por su parte, Alejandro Alcoba buscaba ataques en estático en los que cargaba sobre la pintura y generaba espacios bien aprovechados por sus exteriores. La clave estuvo en el lanzamiento de dos puntos, apartado en el que Melilla triplicaba el acierto de su contrincante. Por si fuera poco, Uclés y Hartwich afianzaban su dominio bajo el aro y concedían constantes segundas oportunidades a sus compañeros.
La máxima distancia entre ambos conjuntos se marcaba a falta de dos minutos para el descanso (33-54), y dejaba a las claras las diferencias entre ambos bloques. Por un lado, el local mostraba una imagen de total desconexión después de haber firmado la rendición sin pelear. En la otra canasta, Melilla se exhibía demoledor. El único lunar eran las molestias de Agada, momentos antes de enfilar los vestuarios.
Segunda parte
Ya en la segunda parte, trataba Tau Castelló de volver a meterse en partido con el trabajo coral que acostumbran los jugadores entrenados por Toni Ten. Aumentó el rigor defensivo y la actividad en ataque de los jugadores anfitriones, lo que unido a la relajación contraria, propició un parcial 12-6 para reducir la desventaja a trece puntos. Llamaba a filas Alejandro Alcoba para revitalizar a los suyos y volver a tomar la iniciativa ante un equipo al alza pero muy mermado anímicamente. También echó en falta la entidad castellonense el concurso de Gatell y mejores minutos de Julio de Assis, un jugador capaz de dar la batalla física ante los interiores melillenses. Pero sobre todo, faltó la aportación de su quinteto inicial, muy desdibujado durante toda la noche.
Restaban diez minutos que sólo sirvieron para repartir minutos ante la debilidad del equipo castellonense, que sí fue capaz de maquillar el resultado. Diez puntos de distancia con el pitido final que no reflejan lo vivido sobre el parqué, con dos equipos en las antípodas en cuanto a juego y actitud. También sirvió el último cuarto para medir la adaptación del bosnio Bulic y para que Agada siga llamando a las puertas de la ACB con otra exhibición anotadora.