El portavoz del Gobierno local recuerda que habrá que hacer cambios en los Presupuestos, ya que la financiación para inversiones se verá reducida en el 2011.
El portavoz del Gobierno local, Daniel Conesa, confirmó a lo largo de esta semana que la carga fiscal que soportan los melillenses no iba cambiar a lo largo de esta legislatura en Melilla a pesar de la mala situación económica, evitando de este modo realizar una subida de impuestos del tipo que ha llevado a cabo el Gobierno central.
“Lo único que hemos hecho es subir la factura del agua”, afirmó el portavoz del Ejecutivo local” y recordó que había subido el precio porque también lo hacía el coste de producción, al ser agua desalinizada. En cualquier caso, matizó que se había regulado el precio del agua en una ciudad donde era de los más bajos de toda España. Junto a ello, también recordó que la Ciudad Autónoma estaba invirtiendo en la creación y renovación de una nueva red de abastecimiento de agua, algo que también se notaba en la facturación.
Al margen de la situación del coste del agua, Conesa señaló que ningún impuesto subía en Melilla, pues ya quedó claro en el momento en el que se aprobaron las Ordenanzas Fiscales de la Ciudad Autónoma, no así algunas tasas que sí habían visto incrementado sus tarifas.
En cualquier caso, a pesar de que no subiran los impuestos, el portavoz del Ejecutivo local dejó claro que la elaboración de los Presupuestos de la Ciudad tendrían que revisarse, debido a los problemas financieros del Estado. De este modo, si llega menos dinero a Melilla por parte del Estado, el Gobierno local deberá ajustar las prioridades de gastos en distintas materias pues la financiación es menor, como ya sucede en algunas políticas sociales como por ejemplo la atención a menores.
Un aspecto que podría verse afectado igualmente son las inversiones de la Ciudad Autónoma ya que al disminuir los ingresos ello afectará también a las posibilidades de actuación del Gobierno local. De hecho, Conesa no descartó la financiación con cargo a deuda pública, algo permitido por la legislación con unos límites. De hecho, remarcó que Melilla tiene una deuda pública de las más bajas de España así como la carga financiera, lo que hace más factible esta opción.